La UE ha alcanzado este lunes, tras una larga jornada de negociaciones, un acuerdo sobre un rescate de 10.000 millones de euros para Chipre. El compromiso ha llegado a punto de que venciera este lunes el plazo dado por el Banco Central Europeo (BCE) para cortar la liquidez a las entidades chipriotas, lo que hubiera provocado su bancarrota y la salida del país del euro. El primer tramo del rescate llegará en mayo.
A cambio de la ayuda, el Gobierno de Nicosia deberá liquidar el segundo banco del país, Laiki, y someter a una profunda reestructuración el Banco de Chipre, la principal entidad de la isla. Los grandes depositantes en estos dos bancos, muchos de ellos rusos, deberán asumir fuertes pérdidas, pero se salvan los pequeños ahorradores con cuentas inferiores a 100.000 euros.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, no ha aclarado si los bancos chipriotas, que llevan cerrados una semana, podrán reabrir este martes y ha dicho que la decisión deben tomarla en las próximas horas las autoridades chipriotas y la 'troika'. Además, ha sostenido que es "inevitable" que se mantengan los controles de capitales, aunque éstos deberán ser "temporales", "proporcionales" y "no discriminatorios", según la declaración aprobada por el Eurogrupo.
El acuerdo sobre el rescate "es bueno para Chipre y bueno para la UE", ha dicho el presidente chipriota, Nicos Anastasiades, al término de las negociaciones, en las que ha llegado a amenazar con su dimisión. Su ministro de Economía, Michael Sarris, ha dicho que con esta decisión se ha evitado el desastre y la salida del país del euro.
El presidente del Eurogrupo ha defendido que se trata de una "solución mejor" que la que se alcanzó la semana pasada, aunque en "peores circunstancias". En este sentido, ha destacado que evita una tasa generalizada a los depósitos --que fue tumbada por el Parlamento chipriota-- y el "debate desafortunado" sobre la garantía de las cuentas inferiores a 100.000 euros.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) contribuirá a financiar el rescate, según ha anunciado su directora gerente, Christine Lagarde, que no ha precisado cuál será su aportación. Lagarde ha elogiado "la valentía de las autoridades chipriotas" y ha afirmado que el acuerdo es "bueno" porque protege a los depositantes asegurados, limita el tratamiento a los dos bancos con problemas y garantiza un reparto adecuado de la carga entre los europeos y los chipriotas.
"La profundidad de la crisis financiera en Chipre significa que el futuro próximo será muy difícil para el país y sus ciudadanos", ha avisado el vicepresidente económico de la Comisión, Olli Rehn. "Los chipriotas deberán reconstruir su economía a partir de una nueva base", ha subrayado. Y ha anunciado que el Ejecutivo comunitario creará un "grupo de trabajo" para "aliviar las consecuencias sociales de este 'shock' económico y ayudar a proteger a los más vulnerables".
Al no incluir una tasa a los depósitos, el rescate no necesita ser ratificado por el Parlamento chipriota, que ya aprobó el pasado viernes una ley para restringir la circulación de capitales y otra norma sobre reestructuración bancaria. "Por lo que sabemos, las autoridades y el gobernador del Banco Central de Chipre tienen los instrumentos y poderes necesarios para liquidar y reestructurar los bancos", ha dicho Dijsselbloem.
En cambio, sí que deberá ser aprobado por los parlamentos de Alemania, Países Bajos y Finlandia.
El plan final de rescate supone un triunfo de las tesis del FMI y de Berlín, que desde el principio habían defendido una quita a los grandes depositantes, muchos de ellos rusos, para reducir la factura del rescate. El presidente del Eurogrupo ha dicho que la semana pasada no se daban las condiciones políticas para aprobar este plan.
EL EUROGRUPO, MARGINADO
El compromiso se ha negociado al margen del Eurogrupo y lo ha cerrado en reuniones previas Anastasiades con Lagarde; y los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; y el BCE, Mario Draghi.
En las negociaciones han participado también Dijsselbloem y Rehn. Los ministros de Economía de la eurozona se han limitado a ratificar el acuerdo previo logrado por los máximos dirigentes de la 'troika'.
Según la agencia chipriota de noticias, Anastasiades ha amenazado con dimitir ante la insistencia del FMI en desmantelar el Banco de Chipre. Finalmente, la 'troika' ha aceptado que este banco sobreviva. En cambio, la segunda entidad del país, Laiki, "será liquidada inmediatamente, con la plena contribución de accionistas, bonistas y depositantes no asegurados", que perderán el 100% de lo invertido, unos 4.200 millones de euros, según Dijsselbloem.
Laiki se dividirá en un banco malo y un banco bueno, y este último se integrará en el Banco de Chipre, que también deberá asumir su deuda de 9.000 millones de euros en liquidez de emergencia del BCE. Para recapitalizar el Banco de Chipre no se usará dinero del rescate, sino que se hará convirtiendo en capital los depósitos no asegurados y la deuda. Dijsselbloem no ha desvelado el porcentaje de la quita en los grandes depósitos del Banco de Chipre y ha dicho que se calculará en los próximos días.
El presidente del Eurogrupo ha anunciado además que en los próximos días se negociará con Rusia la extensión de los plazos y la reducción de los tipos de interés del préstamo de 2.500 millones de euros que Moscú concedió a Nicosia en 2011.