Un espía británico que se hacía pasar por corresponsal de guerra del diario "The Times" abochornó a su embajada en España cuando la policía lo detuvo en Madrid en 1941 vestido de mujer, según documentos oficiales desclasificados hoy.
El teniente coronel Dudley Clarke, figura clave de los servicios de Inteligencia del Reino Unido en Oriente Medio durante la II Guerra Mundial, hizo saltar las alarmas del Gobierno británico al ser arrestado en octubre de 1941 por agentes españoles en una calle principal de la capital española.
La información, desclasificada hoy por los Archivos Nacionales, indica que Clarke, quien se suponía que debía mantener un perfil bajo como periodista para ese rotativo británico, se encontraba de paso por Madrid hacia Egipto cuando se produjo el incidente.
El personal de la embajada británica en España se mostró "particularmente sorprendido por su íntimo conocimiento de secretos militares", según revelan los documentos secretos.
En un cable diplomático enviado entonces desde Madrid a Londres y divulgado hoy, el personal de la embajada del Reino Unido informó a Londres de que "anoche (Clarke) fue detenido en una calle principal vestido como una mujer, hasta con combinación".
En la declaración hecha por el espía a la policía española, Clarke dijo que era novelista y que, vestido así, "quería estudiar las reacciones de los hombres y mujeres en las calles".
Cuando el cónsul británico le visitó, encontró que Clarke no sólo no se sentía "preocupado" por lo sucedido, sino que le ofreció una versión alternativa a la dada a los agentes, al explicar que había tomado la ropa de una mujer en Gibraltar y se la había puesto como "broma".
En los documentos hechos públicos hoy, la embajada británica en Madrid apunta que esa versión "difícilmente cuadra con el hecho de que los atuendos y los zapatos le sentaban bien" y que la Policía española trató el incidente como un "asunto homosexual", poniendo en libertad al espía con una multa.
"Casi no hace falta destacar el daño que este episodio nos hará a nosotros y a The Times. Ya han comenzado los chistes sobre 'el director' de The Times disfrazado de mujer", advierte la embajada británica, de acuerdo a los documentos divulgados.
La posibilidad de que ese asunto cobrara dimensiones bochornosas para el Ejecutivo de Londres llevó a que se informara del tema al entonces primer ministro británico Winston Churchill y a que se recibieran instrucciones para trasladar a Clarke a Gibraltar "con la mayor rapidez".
"Bajo ninguna circunstancia debería revelarse que Clarke es funcionario británico", señaló el ministerio británico de Asuntos Exteriores, según muestran los documentos desclasificados.