Tras su película ganadora de los Oscar LOS DESCENDIENTES, Alexander Payne ha presentado este jueves en Cannes NEBRASKA, su nueva película, una comedia dramática que cuenta la historia de un anciano que se escapa en repetidas ocasiones de su casa de Montana para ir a Nebraska, a cobrar un premio de la lotería, que cree que ha ganado. Su familia, cansada de su creciente demencia, se plantea su ingreso en una clínica, hasta que un día uno de sus hijos se decide a emprender el viaje en coche con su padre. Con unas bellísimas imágenes en blanco y negro y unos excelentes intérpretes, entre los que destaca el veterano Bruce Dern, la película, que fue recibida con una gran ovación en el pase de prensa, se ha convertido en una de las más firmes candidatas a la Palma de Oro.
La segunda película de la competición del día ha sido LA VIE D’ADÈLE del tunecino Abdellatif Kechiche que cuenta con gran sensibilidad la historia de Adèle, una chica de quince años cuya vida cambia radicalmente el día que conoce a Emma, la chica del pelo azul, de la que se enamora. Adaptación libre del comic EL AZUL ES UN COLOR CÁLIDO, la obra plantea la búsqueda de la identidad sexual en el paso de la adolescencia a la edad adulta. Las dos actrices protagonistas, Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, bordan sus interpretaciones y la película fue muy bien acogida.
Durante este viernes y el sábado se podrán ver, entre otras, THE INMIGRANT de James Gray o LA VÉNUS À LA FOURRURE de Roman Polanski, y se dispararán todas las quinielas, hasta que el domingo, el Jurado, presidido por Steven Spielberg, emita su veredicto.
