Entrega de túnicas en la Hermandad de la Misericordia

Hoy se inicia el reparto de túnicas de la Hermandad de Misericordia. Concretamente en la jornada de hoy se atenderá de 19.30 a 21.30 horas a los hermanos que el año anterior salieron portando insignias, enciendevelas o escoltas de los pasos. Aquellos que no acudan hoy, sin haber justificado anteriormente la imposibilidad de hacerlo, se entenderá que hacen dejación voluntaria del puesto que ocuparon el año anterior.
Los hermanos que deseen ocupar las vacantes deben solicitarlo por escrito a la Junta de Gobierno, que asignará estos puestos por riguroso orden de antigüedad.

Martes 24 de febrero, de 19.30 a 21.30 horas se atenderá a los hermanos cuyo primer apellido comience por la letra A a la G; miércoles 25 de febrero a los hermanos cuyo primer apellido comience por la letra H a la O, jueves a cuyo primer apellido comience por la letra P a la Z.
Viernes 27 de febrero, de 19:30 a 21:30 horas a los hermanos que deseen vestir la túnica por primera vez, o que no salieron el año anterior, siempre que queden disponibles. 

El donativo para su recogida será de 18 euros.

Mantenimiento y conservación de las túnicas
Cuando reciba la túnica la revisará detenidamente en su domicilio y si observa algún defecto, lo comunicará lo antes posible al mayordomo. La túnica se lavará en agua fría y con productos adecuados, una vez quitados los botones, procurando exponerla el menor tiempo al sol. No se lavará el escapulario ni el fajín. 
Como recomendación, la cera que pudiera tener se quitará con una plancha, interponiendo entre esta y la túnica papel de estraza. La devolución de las túnicas, limpias y sin cera, se efectuará los días 2 y 9 de mayo de 11.00 a 14.00 horas. Los hermanos con túnica de propiedad deberán devolver el fajín y el escapulario obligatoriamente. 

Por acuerdo de la Junta de Gobierno, el incumplimiento de las normas dictadas para la salida procesional, así como la no devolución de la túnica en la fecha indicada por esta Mayordomía, será sancionado con un año sin poder vestir el hábito penitencial.