La baronesa Thyssen, Carmen Cervera, ha planteado este viernes la posibilidad de que las colecciones cedidas al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Thyssen Málaga y el futuro centro que se debe establecer en la Explanada de los Museos de la montaña de Montjuïc de Barcelona tengan un "movimiento rotativo importante".
En declaraciones a los medios después de presentar la exposición 'Sisley-Kandinsky-Hopper' del Espai Carmen Thyssen de Sant Feliu de Guíxols (Girona), ha explicado que en la gestión de su colección --que suma unas 1.300 obras-- cooperarán ella misma y los centros de Málaga y Madrid, así como la colección internacional.
"Sería un éxito sin precedentes", ha manifestado la baronesa, que ha dicho que el nuevo centro se llamará Carmen Thyssen Barcelona, y que se ubicará en el Pabellón Reina Victoria Eugenia, con cuadros desde el impresionismo, postimpresionismo, expresionismo y arte americano sin afectar a la obra que tiene depositada en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
También ha explicado que las negociaciones para ocupar este pabellón están en marcha, y que su oficina ha enviado un "proyecto importante" a las partes implicadas hace seis meses, que incluye también un estudio del coste de adaptación del recinto.
De hecho, ha asegurado que estos pabellones "son fáciles de convertir en museo" porque cuentan con techos altos y en buen estado, están vacíos y se podrían adaptar con módulos de forma fácil y rápida, ha reiterado.
"Lo estoy deseando y para toda Cataluña sería muy importante", ha remarcado la baronesa, que ha incidido en las buenas relaciones que mantiene con el director del MNAC, Pepe Serra, y que ambos están muy ilusionados por el proyecto.
Sobre el silencio institucional que caracteriza a las negociaciones en las últimas semanas, la baronesa ha asegurado: "Son menos valientes que yo".