Miércoles de Ceniza y primer Miserere de la Cuaresma
La noche del martes, los cohetes anunciaban el comienzo de la Cuaresma al día siguiente. Y ese Miércoles de Ceniza, desde primera hora, varios colegios de la ciudad (Espíritu Santo, Safa o Milagrosa), recibieron la visita de sacerdotes para impartir a sus alumnos la tradicional ceniza, esa seña que quiere recordar el inicio de los cuarenta días de ayuno de Jesús por el desierto y su preparación para el calvario, la muerte y la resurrección. En la residencia San Francisco, el párroco Manuel Cuenca coincidió en la impartición de la ceniza con ancianos y niños, “de los que casi no podían andar por motivos, ambos, de edad”, dijo. Por la tarde, primer Miserere: De la Hermandad de los Azotes, con homenaje a la Cofradía del Miércoles Santo.