Hoy hablamos de... más curiosidades de la Psicología
Nadie puede hacerse cosquillas a sí mismo. La razón es que el cerebro propio predice lo que cada cual va a sentir en respuesta a sus propias acciones. Se puede aprovechar esta facultad del cerebro para defenderse de que le hagan cosquillas a uno: basta con poner una mano encima de la mano de la otra persona mientras las hace. Ésta es sólo una de las tantas anécdotas que hay sobre los 1.400 gramos de materia que se alojan en el cráneo.
- Los bebés desconectan las conexiones neuronales que no utilizan. En general, desechan las que no se usan lo suficiente durante los dos primeros años de vida. Si el cerebro fuera un rosal, las experiencias de mundo exterior serían la técnica que se utilizaría para podar, no el fertilizante.
- Quien sufre abusos durante la infancia es más vulnerable al estrés. Se ha descubierto en experimentos con ratas (podría trasladarse a los humanos) que una buena crianza las hace de adultas menos vulnerables al estrés al reducirse la intensidad de las respuestas de su sistema de hormonas del estrés. Una mala crianza aumenta el riesgo de depresión, ansiedad, obesidad, diabetes, hipertensión y dolencias cardiacas.
- Su envejecimiento nos hace más felices. A medida que las personas envejecen se aprecia una mejora en la superación de los pensamientos negativos y en el control de las emociones. Esto puede explicar por qué las personas mayores tienden a ser más felices que las jóvenes.
- Sí se renuevan las neuronas en la edad adulta. Nacen en el bulbo olfativo, que procesa los olores, y en el hipocampo, que es importante para la memoria. El ejercicio o el aprendizaje mejoran la supervivencia de estas neuronas.
- La depresión moderada se cura sin pastillas. Al terminar el día, pueden ponerse por escrito tres cosas buenas que hayan ocurrido y una breve exposición de las circunstancias que han propiciado cada una de ellas. Este ejercicio aumenta la sensación de felicidad y aminora los síntomas de depresión moderada en unas pocas semanas.
- Los orgasmos nos hacen ser más confiados. La oxitocina, una hormona que se libera durante el orgasmo, hace que aumente la confianza entre las personas en las relaciones sociales. Personas a las que se les suministró oxitocina pulverizada por vía nasal presentaron dos veces más probabilidades de entregar dinero a otra persona que las que no recibieron el tratamiento, lo que da a entender que los orgasmos pueden influir en la toma de decisiones.
- Somos cada vez más inteligentes. Las puntuaciones medias en las pruebas de inteligencia han aumentado entre tres y ocho puntos por década en el siglo XX en muchos países industrializados. El hecho no se debe a la evolución sino a la mejora de las condiciones de vida de los niños económicamente más desfavorecidos.
- Los espejismos no son una leyenda. Pueden producirse visiones como consecuencia de un trastorno en el funcionamiento del cerebro, por ejemplo, por la privación o insuficiencia de oxígeno en los lóbulos temporal y parietal de la corteza cerebral.
- Muchos ‘poseídos’ eran en realidad, enfermos cerebrales. En tiempos se practicaban exorcismos a personas cuyo comportamiento resultaba extraño e inexplicable. En la actualidad se sabe que muchas de esas personas habían padecido enfermedades neurológicas como, por ejemplo, epilepsia o esquizofrenia.
- El dolor reside en el cerebro y puede controlarse. La actividad cerebral determina la sensación de dolor y su intensidad. En un experimento se logró que el cerebro de un experto en meditación inhibiera su respuesta al pinchazo de una aguja en la mejilla. Este método podría emplearse en enfermos de dolor crónico.
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