La Consejería de Educación acaba de abrir el plazo de escolarización para el curso 2009/2010, con pocas novedades con respecto a los anteriores...
La Consejería de Educación acaba de abrir el plazo de escolarización para el curso 2009/2010, con pocas novedades con respecto a los anteriores, salvo la importante de que las clases comenzarán una semana antes, concretamente el 7 de septiembre para los alumnos de Infantil y Primaria, y el 15 para los de Secundaria y las post obligatorias. La decisión, que ha sido proclamada a los cuatro vientos como una manera de conciliar la vida familiar y laboral, acortando las vacaciones escolares para facilitar a los padres su vuelta al trabajo, no es más, si se mira atentamente, que una oportunidad política, porque una semana, aunque siempre viene bien y ahorrá a las familias jerezanas dinero y quebraderos de cabeza en un verano tan largo, no quitará el problema de los dos meses restantes de vacaciones, ni del inicio de septiembre, ni mucho menos del calendario escolar, ya de por sí plagado de festivos y puentes. Ayer sin ir más lejos los colegios cerraban sus puertas para celebrar el día del maestro, un merecido descanso, sin duda alguna, para los profesores que son trabajadores como el resto de la sociedad, con sus necesidades de conciliar su vida laboral y familiar; pero un auténtico suplicio para muchos padres trabajadores que se encontraron desde el jueves por la tarde con los niños en sus casas. Sin entrar a valorar las necesidades de muchas familias con horarios más difíciles de conciliar, la mayoría de madres y padres trabajadores tuvieron que acudir ayer a familiares, amigos, guarderías de pago y hasta llevarse a los niños al trabajo para pasar un día en el que, como muchos otros del calendario escolar, algunos con más explicación que otras, la Consejería de Educación permite que los colegios se cierren a cal y canto sin alternativas para quienes siguen con su ritmo laboral. Llegará Semana Santa, Feria, festivos, puentes... hasta que antes del 20 de junio las clases se hayan acabado. Y eso sin pensar en las familias, que en circunstancias como éstas no pueden ni siquiera elegir el trabajo que mejor se adapte a sus necesidades. Si se quiere conciliar la vida familiar y laboral no bastará con adelantar el curso una semana: hay que cerrar los colegios sólo un mes y ofrecer más alternativas. Lo demás es hipocresía política.