El bebé real ya ha cumplido su primer mes el 22 de Agosto de 2013, el nacimiento del bebé se esperaba prácticamente desde los primeros síntomas del embarazo. Muchos medios trabajan noche y día, por una foto del famoso bebé desde su nacimiento hasta el momento.
La duquesa de Cambridge trajo al mundo el lunes 22 de julio a un varón, el tercero en la línea de sucesión de la corona británica. Así lo confirmó el palacio de Kensington. El niño nació casi 11 horas después de ingresar en el hospital, pesó 3,800 kg y se encuentra perfectamente, así como su madre. Tras el anuncio la comitiva oficial se dirigió al palacio de Buckingham para informar a la reina.
El parto tuvo lugar en el St Mary’s Hospital, en Paddington, con los primeros síntomas de parto. Catalina había llegado con su marido, el príncipe Guillermo, y sin escolta policial dos horas antes. Pero, a medida que pasaba el tiempo, la impaciencia se fue transformando en frustración. Se pasó la mañana sin que hubiera noticias. Los portavoces reales se limitaron a un escueto “Todo sigue su curso con normalidad”, antes ya habían advertido de que no se informaría hasta que hubiera nacido el bebé.
Lo que ocurrió es que la madre se encontraba lo bastante bien para no forzar el parto y tanto ella como los médicos prefirieron esperar y dejar que la naturaleza siguiera su curso y tener un parto natural, relegando la opción de cesárea como último recurso. El problema lo provocó la política de comunicación de palacio, empeñada en tratar a la duquesa de Cambridge como a una persona privada en lugar de la madre de un futuro rey o reina de Inglaterra en el momento de dar a luz a ese heredero. Algo más de información sobre las estimaciones médicas habría reducido la absurda expectación mediática que ha rodeado a este parto y permitido a los medios cumplir mejor con su trabajo.
Para los más fanáticos, el parto tras una espera algo más larga de lo habitual, había empezado con buenos augurios. A la llegada de la princesa al hospital, le sucedió poco después una espectacular tormenta, con rayos y truenos, la primera lluvia que caía sobre Londres desde hacía semanas, en el verano más caluroso desde 2006. En una especie de confabulación duquesa/tormenta para romper aguas al mismo tiempo y anunciarlo de forma atronadora.
El bebé parecía destinado a nacer en el día más caluroso del verano y también a hacer historia. No solo porque era la primera vez en que había cuatro generaciones reales en vida desde tiempos de la reina Victoria, sino porque, si hubiera sido mujer, habría sido reina, llegado su turno, independientemente de que tuviera o no algún hermano varón.
Al ser un varón, queda para el futuro la aplicación de la nueva ley que acaba con la supremacía del varón en la línea de sucesión, vigente ya en Reino Unido.
No obstante, la expectación se elevó cuando la reina Isabel llegó al palacio de Buckingham a primera hora de la tarde, pues todo el mundo esperaba su reacción, pero al parecer, no hacía más que seguir la rutina de todos los lunes: volver a palacio después de un fin de semana en Windsor o en Sandringham. El abuelo, el príncipe Carlos, tampoco cambió su rutina, no alteró una visita que tenía programada a York.