La Guardia Civil ha intervenido en la lonja pesquera de Bonanza un total de 7960 kilogramos de boquerón de talla inferior a lo reglamentado, por lo que ha interpuesto una denuncia contra la cofradía de pescadores de Sanlúcar “por permitir dichos ilícitos en la lonja de la cual es concesionaria”. 

La actuación se produjo en la mañana del lunes pasado cuando los agentes observaron un gran número de cajas con boquerón expuestas para su venta. En total fueron intervenidas 995 cajas con porcentajes de inmaduros que alcanzaban el 55 por ciento de su contenido y ejemplares que rondaban los seis centímetros de longitud, muy inferior al límite de diez centímetros permitido por la normativa vigente para el caladero del Golfo de Cádiz. 


SANCIÓN


Estas actividades pesqueras “ilícitas” provocan que, “además de la esquilmación del ya por sí deteriorado caladero del Golfo de Cádiz, se reciban fuertes sanciones por parte de la Comunidad Europea hacia el Estado español por la comercialización de pescado inmaduro”, señalaron desde el Instituto Armado. A partir del presente año, con la nueva instrucción dictada por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, por cada diez kilogramos de pescado inmaduro, podrá sancionarse hasta con 1.000 euros. En la presente actuación se podría llegar a la sanción máxima, que alcanzaría los 60.000 euros.

La totalidad del pescado intervenido fue trasladada a las instalaciones de Pemares, dependiente de la Junta de Andalucía, para su verificación sanitaria por inspectores del Servicio Andaluz de Salud y posteriormente entregado a distintas instituciones benéficas de la provincia.