La Escuela Municipal de Pintura de Nerva ha tributado un más que merecido homenaje al veterano profesor Antonio León, tras la decisión de éste de no continuar con la labor que venía desempeñando desde hace casi 30 años, cuando el Ayuntamiento de Nerva recuperó la iniciativa de la Escuela de Fontenla, fundada a mediado del siglo XX, de la que tantos buenos artistas salieron.
El grupo de alumnos formado por León durante los últimos años, y el Ayuntamiento de Nerva, representados por su alcalde, Domingo Domínguez, y el concejal de Cultura, Juan Carlos Domínguez, agasajaron al homenajeado, acompañado siempre de su esposa Virtudes, con varios regalos como muestra de reconocimiento al trabajo realizado durante tantos años al frente de la escuela de pintura, pero sobre todo con “infinitas muestras de respeto, admiración y cariño hacia un magnífico docente, un excelente pintor y una buena persona”.
Así lo ha indicado el Consistorio nervense en una nota, en la que añade que León confesó sentirse la persona más feliz del mundo. Henchido de orgullo y satisfacción, y enormemente abrumado y complacido por tantas muestras de cariño, deseó a sus alumnos todo lo mejor que la vida les pueda deparar, y se encomendó a su familia y su ‘musa’ particular para encarar esta nueva etapa en la que pretende dedicarse por entero a ellos y a su pintura.
Maestro de generaciones de nervenses y aficionados a la pintura procedentes de diferentes puntos de la geografía comarcal, y uno de los pintores contemporáneos más queridos que ha dado esta tierra de artistas, para los que tuvieron la suerte de aprender de él, más que un profesor, León ha sido un referente cultural y ético, un modelo en el que fijarse y un espejo en el que querer verse reflejado.
La inmensa mayoría de sus alumnos recuerda con cariño como en sus clases, primero se aprendía respeto y valores humanos, y después el resto de materias. En su aula colgaba un cartel que rezaba “primero seremos buenas personas y después buenos estudiantes”. Por su sabia docencia han pasado cientos de alumnos que con el paso del tiempo han regresado con el título universitario en diferentes especialidades artísticas para compartir con él la satisfacción de impartir clases.
Además, León ha estado siempre dispuesto a colaborar de forma altruista con todo tipo de asociaciones y entidades locales, como fue el caso de la televisión municipal, donde sus clases de pintura a través de la pequeña pantalla eran seguidas con entusiasmo por cientos de personas, maravilladas al comprobar cómo en cuestión de minutos era capaz de crear un cuadro surgido de la nada.
El pasado verano, León se quedaba a tan solo un puñado de votos del galardón Torre de Nerva por Elección Popular, que los vecinos de la localidad minera otorgan por la Festividad de la Villa a los nervenses e instituciones más sobresalientes de la sociedad local. Siempre ha quedado entre los cinco primeros. Este año la ha rozado pero seguro que el próximo no se le escapa.
Con León se cierra un ciclo de veteranos pintores que aportaban a la escuela una dilatada experiencia artística, como fueron los casos de Alcaide, Pascual, Vázquez del Águila, Rosil, o Pepe Delgado. Ahora son sus alumnos, Licenciados en Bellas Artes, los que regresan a la escuela para recoger el testigo del arte de enseñar a pintar.
