Las perspectivas económicas mejoran. Y cada vez son más las voces, desde organismos e instituciones financieras y también desde las empresas y otros ámbitos económicos, que apuntan a una próxima salida de la crisis. El primer paso ya se ha dado. España ha dejado atrás la recesión más larga de la democracia después de que se conocieran los datos del tercer trimestre que muestra un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de 0,1%.
Esta semana han sido varios los estudios que se han publicado sobre las perspectivas para 2014. Y todos señalan lo mismo. Hay signos de que la economía y el empleo vayan resurgiendo poco a poco el año que viene. No sólo en España en general, sino también en Andalucía en particular. Entre estos informes, destaca el elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, del grupo Unicaja, que prevé “la reanudación de la senda de crecimiento de la economía andaluza”, registrándose un crecimiento del PIB del 1,1%, 0,2 puntos porcentuales superior al crecimiento previsto para España. Este crecimiento estaría sustentado en un avance de la actividad de todos los sectores de producción, a excepción de la construcción.
En lo que respecta al mercado laboral, según Analistas Económicos, la disminución de la ocupación se situaría en el 0,3%, en el promedio del ejercicio, si bien en el segundo semestre del año aumentaría el empleo en términos netos. “Esta evolución, junto a la reducción de la población activa, originará un descenso en el número de desempleados del 0,8%, situándose la tasa de paro en el 36,3%, explican.
Por otro lado, en cuanto a perspectivas de ocupación, una encuesta de la Fundación Adecco, realizada a 150 directores de Recursos Humanos, señala que el porcentaje de directivos que prevé que la plantilla de su empresa aumente en 2014 se ha duplicado con respecto a las encuestas anteriores. De hecho, si el año pasado sólo un 8% declaraba que contrataría en 2013, este año la cifra se ha duplicado hasta el 16%. Y si se compara las respuestas de los directivos de un año a otro, se observa una inversión en la corriente de opinión, a pesar de que la mayoría sigue mostrándose prudente al predecir una congelación de su plantilla.