Habrá una caja en cada hospital público de la provincia para depositar productos de primera necesidad. Comisiones Obreras ha emprendido una campaña que se prolongará hasta el 15 de diciembre y que tiene dos objetivos. Es una forma de solidarizarse con las familias más afectadas por la crisis. Y, a la vez, protestar contra los recortes en las administraciones públicas.
Hacen falta alimentos no perecederos, pañales y jabón, entre otros muchos. Los productos recogidos se repartirán entre las zonas más pobres de Málaga. Un ejemplo es la barriada de Palma-Palmilla.
La campaña, que se emprende por primera vez, pretende llamar la atención especialmente de los ajustes en las condiciones laborales y salariales que han sufrido los trabajadores de la sanidad pública. Son los funcionarios más dañados por estas medidas.