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Seat León ST, el pequeño engrandecido

Seat ha cerrado el triángulo de carrocerías de su compacto León, con el formato familiar o ST, el último en llegar, el más pequeño por orden de nacimiento, pero el más crecido, pues adelanta en 27 centímetros de longitud a sus hermanos de gama, los de cinco y tres puertas.

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  • Seat León ST 1.4 TSI 140 CV. -

Seat ha cerrado el triángulo de carrocerías de su compacto León, con el formato familiar o ST, el último en llegar, el más pequeño por orden de nacimiento, pero el más crecido, pues adelanta en 27 centímetros de longitud a sus hermanos de gama, los de cinco y tres puertas.
Con el trío de carrocerías, el León ha adquirido una mayoría de edad y una pose en el entramado de producto del fabricante español que no se da en ninguno de sus otros modelos.
Pero Seat corre el riesgo de perder identidad con el León, un modelo que en las generaciones anteriores tenía muy centrado su objetivo en el público juvenil y ahora dispersa un tanto su mercado potencial, pues en la ortodoxia seguida, hasta ahora, solo el 3 puertas, con una línea muy definida de coupe, se antoja dirigido directamente a ese segmento.
El cinco puertas queda como opción un tanto más seria y acotado a un cliente algo más señorial, como queriendo marcar territorio respecto de otros conductores que empezaban a tomar posiciones, sobre todo en la segunda generación, modelo muy llamativo, todo hay que decirlo.
¿Y cómo queda el ST o familiar? Pues, por polivalencia, en el sustrato de una de esas familias numerosas de los nuevos tiempos, en la que tres son multitud. Pero, por formas, por diseño, aporta una frescura que no va a dejar indiferentes a compradores jóvenes y maduros con el coche como instrumento de sus aficiones.
La primera visión del Seat León ST es la de un coche moderno, rupturista en las formas clásicas de las rancheras. No hay más circunloquios: es una berlina con capacidad, una capacidad que se visualiza en la ganancia de esos 27 centímetros de longitud acoplados exclusivamente a la zaga, para conseguir un maletero de 587 litros; en cantidad, soberbio; en calidad, con algunos matices.
La versión ST del León recibe una figura agraciada, siguiendo el mismo trazo desde el frontal hasta el pilar central que el resto de versiones de tres y cinco puertas y, desde ese lugar, con una caída de techo pronunciada, el estiramiento de los voladizos traseros y el portón abombado, musculoso, de indisimulada sugerencia deportiva. A los ojos no escapan unos poderosos pasos de rueda y una eficaz proporción entre las zonas de chapa y acristaladas. Dominan, pues los recursos propios de berlina tipo hatchback.
El interior del coche se hace obligado analizarlo desde la doble perspectiva del confort y de la polivalencia. Respecto al primero, acredita comodidad y sujeción en los asientos delanteros, aportada por un acolchado en poliuretano espumado, muy elástico y denso. Otro punto de apoyo a esa comodidad es una separación entre filas lo suficientemente amplia para tener un viaje cómodo. Quedan garantizados largos trayectos sin entumecimientos de extremidades.
Otro factor es la buena percepción de calidad y acabado que transmiten componentes y remates. Hay una abundancia de plásticos, pero de buen tacto, y en las versiones de equipamiento superior, una acertada combinación de cromados y lacados que refuerza el puesto en estos trabajos.
En lo práctico, los matices adelantados a los 587 litros parten, sobre todo, de la necesidad de dotarse de una rueda de repuesto, lo que ya elimina cierta capacidad de carga, pues de serie, el León ST no trae más que el kit antipinchazos.
El punto fuerte reside en las posibilidades de capacidad interior, pues el llamado sistema Easy Folding facilita un pliegue rápido y sencillo de los respaldos de la segunda fila de asientos, con lo que ya el registro de carga se eleva hasta 1.470 litros; y, si se pliega el respaldo del asiento del copiloto, hay longitud para objetos de hasta 2,67 metros. Con estos subrayados queda claro que este modelo tiene una concepción muy familiar en un formato sugerente de berlina.
La gama motriz dispone en su totalidad de propulsores de inyección directa y sobrealimentados en los ciclos diesel y gasolina. Para la primera prueba al León ST, se ha optado por un motor del segundo ciclo, de 1.4 litros y 140 CV, un añadido extra de potencia, sobre el de la misma cilindrada de 122 CV.
Hay en este propulsor una alegría de funcionamiento puesta de manifiesto en la prontitud de sus reacciones, incluso desde esos desarrollos bajos en lo que también se deja llevar sin ahogos ni reacciones perezosas a los requerimientos de pedal. En este sentido, recupera con fuerza y acelera con instantaneidad. Es un motor para cubrir trayectos de carretera con plena garantía en las respuestas de sus prestaciones.
Esta versión motriz se asocia a la caja manual de seis velocidades, rápida en los cambios, suave en las transiciones y susceptible de un uso frecuente, sin percibir fallo alguno.
En el campo de la dinámica, el Seat León ST ya parte de una premisa favorable y es la reducción operada en el peso de la carrocería, lo que abunda en su ligereza, gracias al concurso de aceros de alta y ultra alta resistencia, el nuevo sistema de aire acondicionado y en los airbag laterales, a los que se ha eliminado la cámara de plástico. Ello le ha llevado a un registro de peso solo 45 kilogramos por encima de la versión de cinco puertas.
No faltan los sistemas de ayuda a la conducción -de serie a partir de determinados niveles de equipamiento- como el Control de Velocidad Adaptativo, que emite señales de radar para mantener la velocidad y la distancia de seguridad deseadas, junto al sistema de frenada en ciudad.
El ST cierra la gama del León, pero no sus posibilidades, porque en breve se añadirá a la gama una versión eficiente diesel 1.6 TDI de 110 CV con emisiones de CO2 homologadas en 87 g/km, y otra de tracción integral, por el sistema del Golf, que llegará a finales del año que viene.

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