La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, ha reafirmado este viernes, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Sordoceguera, el compromiso de su departamento con la atención a las personas sordociegas en Andalucía, donde existen 655 personas (262 hombres y 393 mujeres) con un grado de esta discapacidad igual o superior al 33 por ciento.
La Administración autonómica considera prioritaria la atención a estas personas. Una prueba de ello, señala en un nota de prensa, es el centro residencial y de estancia diurna Santa Ángela de la Cruz de Salteras (Sevilla), gestionado por la Asociación Española de Padres de Personas Sordociegas (Apascide), que es el primero de sus características en todo el país y se puso en marcha en 2010 con el apoyo de la Junta de Andalucía.
La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales tiene concertadas con este centro un total de 28 plazas (13 residenciales y 15 de estancia diurna). Este complejo, en el que se desarrollan talleres de cerámica y barro, mimbre, informática y lectoescritura, así como un aula de habilidades de la vida diaria, cuenta con gimnasio, talleres, piscina cubierta con SPA, huerto ecológico, sala de estimulación sensorial o biblioteca de árboles al aire libre.
Igualmente, la Consejería valora la labor que desempeña la Asociación de Sordociegos de España (Asocide), que se creó en 1993 para mejorar la calidad de vida de las personas sordociegas, procurando su desarrollo humano intelectual y social; así como el trabajo de la Fundación para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS) de la ONCE, que se constituyó en 2007.
NORMATIVA ANDALUZA PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Desde el punto de vista normativo, las personas con sordoceguera fueron objeto de un tratamiento específico en la Ley 11/2011, de 5 de diciembre, por la que se regula el uso de la lengua de signos española y los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y con sordoceguera en Andalucía. Esta Ley puso de manifiesto el compromiso de la Junta con la accesibilidad universal, la igualdad de oportunidades y la no discriminación de las personas con discapacidad.
Dicha normativa autonómica contó con el respaldo social del movimiento asociativo andaluz de personas sordas, con discapacidad auditiva, y de personas con sordoceguera que colaboraron activamente en su elaboración, posibilitando que ésta fuese una norma plural para permitir a las personas con discapacidad auditiva, o en su caso, a sus padres, madres, o representantes legales, optar libremente por el modelo de comunicación que estimasen más adecuado.
Con la aprobación de esa Ley, Andalucía se convirtió en la comunidad autónoma pionera en España en la regulación de los derechos de las personas sordas, con discapacidad auditiva o con sordoceguera, ampliando las medidas recogidas en la normativa básica estatal de 2007, y contribuyendo a eliminar las barreras en la comunicación que impiden desde el aprendizaje de una lengua a la realización de actividades cotidianas como realizar trámites administrativos, ir al cine o visitar un sitio web.
NECESIDAD DE SERVICIOS ESPECIALIZADOS
La sordoceguera es una discapacidad que resulta de la combinación de dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva), circunstancia que genera en las personas afectadas problemas de comunicación específicos y necesidades especiales derivadas de la dificultad para percibir de manera global y desenvolverse en su entorno. Es una discapacidad que requiere de unos servicios especializados, personal específicamente formado para su atención y métodos especiales para la comunicación y para la realización de las actividades de la vida diaria.
La situación de las personas sordociegas es tan específica que ha requerido que el Parlamento Europeo haya aprobado una resolución reconociendo a la sordoceguera como discapacidad con entidad propia, y que requiere unos recursos específicos. Por ello, ha instando a los estados miembros a que aprueben este reconocimiento y adopten las medidas necesarias para su atención adecuada.
El Día Internacional de la Sordoceguera se conmemora el 27 de junio gracias a la Declaración de las Necesidades Básicas de las Personas Sordociegas, realizada en Estocolmo en 1989. La fecha es un homenaje al nacimiento de Hellen Keller, activista política y oradora estadounidense sordociega.