La nueva tasa sobre depósitos bancarios (IDEC) del 0,03% decidida por el Gobierno el pasado viernes aportará 375 millones de euros a las arcas públicas, fondos que recaudará el Estado pero que se repartirán entre las comunidades autónomas de régimen común donde estén radicadas las sedes centrales o las sucursales en las que se mantengan los depósitos gravados.
Así se recoge en la memoria de impacto normativo que acompaña al decreto ley de Medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que el Ejecutivo apunta que evaluar el impacto económico de la imposición de un tipo superior al 0% como el que existía hasta ahora es "complejo" dado que "sería necesario determinar la elasticidad de la demanda y oferta de este tipo de productos" ante su nueva situación fiscal.
No obstante, dado que el tipo es "bajo" en comparación con los que habían impuesto las comunidades autónomas --que fueron suprimidos al decidir el Gobierno crear una figura de ámbito nacional--, y con los datos del Banco de España sobre la evolución de depósitos a la clientela, se estima que podrán recaudarse unos 375 millones de euros anuales.