El escritor nervense Antonio Perejil ha presentado en su localidad natal su último libro dedicado al líder sindicalista minero de los años 1913 y 1914, Eladio Fernández Egocheaga, Ego, que repasa la trayectoria de este hombre como guía de la masa obrera, más allá de la figura omnipresente de Maximiliano Tornet con el que muchos neófitos en la materia llegan aún a confundir.
Según ha informado Juan A. Hipólito, de Onda Minera, en el acto de presentación estuvieron presentes el alcalde de Nerva y su concejal de Cultura, Domingo Domínguez y Juan Carlos Domínguez, respectivamente, que junto a la diputada de Cultura, Elena Tobar, apostaron desde un principio por la publicación del ensayo de su paisano como una pieza de consulta más para la historia documental de la comarca.
Se trata de una lectura imprescindible para conocer la historia de cómo se fragua el movimiento obrero a comienzo de la segunda década del siglo pasado de una forma seria y organizada bajo las directrices del joven sindicalista Egocheaga, que llega a la Cuenca Minera desde su Asturias natal para ser uno de los protagonistas destacados de la huelga general que plantó cara a la todo poderosa compañía minera durante el otoño de 1913.
El autor, que define al protagonista de su libro como un hombre díscolo dispuesto a enfrentarse a su propio sindicato y a su partido en defensa de los obreros, repasa los avatares más importantes en la vida de Egocheaga, desde su llegada a la Cuenca Minera hasta su exilio en México, pasando por su época de diputado en las Cortes, su oficio de periodista, etc.
Perejil es un nervense entregado a la tarea autodidacta de investigar las raíces de su pueblo y comarca. Desde niño descubre las entrañas cobrizas de su tierra y el duro trabajo de la mina que, con los años, ha intentado recoger en sus escritos.
Su labor de investigación se vio reflejada en las publicación de dos pequeños libros que pueden ser la antesala de nuevos ensayos de mayor profundidad; Ferrocarriles mineros de la provincia de Huelva y Catálogo de poblaciones mineras fallecidas en la provincia de Huelva, editadas en 1995 gracias a la colaboración de la asociación de amigos del ferrocarril Cuenca Minera de Riotinto.
Además de escribir, ha trabajado en la mina de Aznalcóllar desde 1979 hasta su cierre, pasando a residir en el pueblo que le acogió, Gerena, y del que siempre intenta participar de lleno en el panorama social y cultural de la Cuenca Minera de Riotinto.