Un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto un gran ecosistema de organismos extremófilos en el subsuelo de la Faja Pirítica Ibérica, que conforman un yacimiento mineral "inédito en el mundo".
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Nature Communications, sitúa este yacimiento, a 150 metros de profundidad en la mina sevillana de Las Cruces, y explica su formación como consecuencia de la gran actividad microbiana que ha tenido lugar en los últimos cinco millones de años en la zona.
Los investigadores han encontrado evidencias geológicas y geoquímicas de la existencia de este "biorreactor gigante" en el subsuelo de la Faja Pirítica Ibérica, unos organismos "capaces de vivir en condiciones extremas".
Según el investigador del CSIC Fernando Tornos, del Instituto de Astrobiología, centro mixto del CSIC y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, estos organismos "se alimentan de restos de materia orgánica simple, como metano y otros hidrocarburos, y, ante la ausencia de oxígeno atmosférico, respiran gracias al sulfato presente en su entorno".
Este tipo de alimentación y respiración provoca importantes cambios químicos en el hábitat donde viven dichas bacterias y ha dado lugar a la formación de varios millones de toneladas de rocas ricas en carbonatos, galena y minerales de hierro, plata y oro.
Por su parte, Antonio Delgado, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC), ha manifestado que "es un proceso reciente, que puede que siga ocurriendo ahora, y nos muestra lo importante que es la función de las bacterias en la química de los ambientes subterráneos".
"Puede que la vida primigenia en la Tierra se diera en escenarios similares y que lo mismo esté sucediendo en Marte y otros planetas", ha señalado.