La Sección Tercera de la Audiencia deliberará, sin vista, sobre el recurso presentado por el abogado defensor, quien solicita la absolución por falta de pruebas
La Audiencia de Sevilla deliberará el próximo jueves sobre los recursos contra la condena de tres años de cárcel impuesta a Santiago del Valle, presunto asesino de la niña onubense Mari Luz Cortés, por abusar de otra menor en la sevillana barriada de La Oliva el 8 de diciembre de 2006.
La Sección Tercera de la Audiencia deliberará, sin vista, sobre el recurso presentado por el abogado defensor, quien solicita la absolución por falta de pruebas y, de manera alternativa, que se aprecie la eximente completa de la esquizofrenia paranoide que sufre el procesado.
La sentencia, emitida en diciembre pasado, condenó a Santiago del Valle por abordar a una niña de 4 años, que jugaba sola en un patio comunitario de uno de los bloques de la barriada, y tras ganarse su confianza tomarla en brazos y efectuarle tocamientos “con ánimo de satisfacer su deseo sexual”.
Una vecina afeó su conducta a Del Valle, quien tras decir que era familiar de la niña, huyó del lugar, por lo que la mujer avisó a la madre de la menor, quien denunció los hechos.
La sentencia determinó una indemnización para la menor de 10.000 euros por el daño moral causado. Santiago del Valle, que cumple prisión preventiva desde marzo de 2008 como presunto autor de la muerte de Mari Luz, fue condenado con la agravante de reincidencia, ya que en ese momento le constaban otras dos sentencias por abusos sexuales a menores.
En una sentencia conocida con posterioridad, fue condenado a otros dos años y medio de prisión por abuso sexual a una menor en Gijón.
Fuentes del caso han informado a la agencia de noticias Efe de que la Fiscalía de Sevilla, que había pedido para él tres años de cárcel, ha solicitado a la Audiencia que confirme la condena, mientras que la defensa ha apelado a la jurisprudencia del Tribunal Supremo para que la esquizofrenia paranoide diagnosticada al procesado sea considerada como una eximente de su responsabilidad penal.
En el juicio, el acusado dijo que no recordaba los hechos que le imputaban pero apeló a su pedofilia recurrente y fantasías sexuales con niñas de 7 u 8 años de edad, que dijo padecer desde que una hija de 25 meses murió atropellada.