La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al juez de Sevilla que investiga un posible fraude en subvenciones por parte de UGT-A mediante facturas falsas que impute en la causa a los ex secretarios generales del sindicato, Manuel Pastrana y Francisco Fernández Sevilla, que fue también secretario de Organización.
En un escrito elevado con fecha 6 de octubre al Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público pide al juez Juan Jesús García Vélez que cite a declarar como imputados a ambos exaltos cargos del sindicato dada su participación "directa" en las actividades investigadas.
En primer lugar, la Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que tanto Pastrana como Fernández Sevilla "fueron titulares a la fecha de los hechos de la máxima representación y poder en el sindicato", precisando que el primero de ellos "fue secretario general durante todo el desarrollo de los hechos investigados y hasta mayo de 2013".
De su lado, Fernández Sevilla "fue secretario de Organización durante el mismo periodo y luego secretario general, y según declaraciones de todos los testigos, pertenece al núcleo de decisión" junto con Manuel Pastrana y el exvicesecretario general de Administración y Recursos Humanos de UGT-A Federico Fresneda.
Según explica la Fiscalía, "este núcleo de decisión se concentra desde el punto de vista orgánico en la comisión ejecutiva del sindicato", aseverando que esta comisión ejecutiva, "y singularmente los acusados, nosolo eran conocedores sino que tomaron decisiones en relación con los hechos objeto del presente procedimiento".
A continuación, el fiscal delegado Anticorrupción, Fernando Soto, hace un resumen de los hechos investigados, indicando que, "en esencia, el objeto del presente procedimiento es la financiación irregular del sindicato UGT Andalucía a través de la defraudación generalizada en las subvenciones recibidas relativas a fondos de formación".
"INSPIRACIÓN DIRECTA" DE PASTRANA
Según pone de manifiesto, los hechos investigados "comienzan a implantarse cuando se puso en marcha la llamada central de compras, cuestión que se deduce no solo de las investigaciones sino de las declaraciones de los imputados", y explica que esta central de compras "fue inspiración directa de Manuel Pastrana, según lo manifestado porFresneda, y continuó en la implantación de la misma Francisco Fernández, no solo en su época de secretario de organización, sino en el periodo que sucedió a Pastrana".
El Ministerio Público señala que "esta financiación ilícita" se llevaba a cabo por medio de varias "vías", la primera de ellas el denominado 'rapel', una "figura a tenor de la cual se repercutía un porcentaje en las compras que hacía el sindicato a un proveedor, soportado por este y posteriormente ingresado en la cuenta señalada por el sindicato".
"Luego ante la Administración, el sindicato presentaba la factura sin incluir ese descuento, lucrándose así en el exceso y falseando las justificaciones que presentaban a la Administración", asevera el fiscal, precisando que "los importes totales obtenidos por el sindicato a través de este 'rapel' se repartían entre la propia estructura regional y las uniones provinciales", y "el lugar en que se hacía era la comisión ejecutiva".
EL 'BOTE'
Otra "vía" era el denominado 'bote', a través del cual el sindicato "encargaba la elaboración de facturas simuladas, que sin responder a realidad o negocio jurídico alguno, pasaba a formar parte de una cuenta acreedora de UGT con terceros, y siempre previo pago de esas facturas", lo cual "hacía que el sindicato sostuviera actividades al margen de la subvencionada con cargo a ese 'bote'".
"Así y de esa manera, la actividad ordinaria de la entidad se sufragaba con fondos que realmente eran procedentes de subvenciones destinadas a fondos de formación", pone de manifiesto la Fiscalía en su escrito.
El Ministerio Público destaca que en la rendición de cuentas que Fresneda presentaba periódicamente ante la comisión ejecutiva "se incluía el monto obtenido por el 'rapel', se informaba sobre el mismo y al mismo tiempo se decidía sobre la propuesta de reparto por la comisión", tal y como afirmó Roberto Macías, secretario de Fresneda en Administración y posteriormente en el departamento de compras.
LA DECLARACIÓN DE FRESNEDA
Según la Fiscalía, la declaración de Fresneda "corrobora esta afirmación, ya que era la propia comisión ejecutiva quien decidía las empresas que pagaban el 'rapel', señalando expresamente a Pastrana y Fernández Sevilla".
"Hay que hacer constar que este 'rapel' lo pagaban empresas con unaintensa relación de proveedores de UGT, y que pese a que algún responsable del departamento de compras, como Dolores Sánchez, intentó incorporar nuevos acreedores, Fresneda sistemáticamente obstaculizaba esta posibilidad, a pesar de contar los nuevos proveedores con condiciones más ventajosas para el sindicato y en definitiva las arcas públicas", apunta.
Al hilo de ello, el Ministerio Público pone de manifiesto que, en base a las manifestaciones de imputados y testigos, "la firma para contratar era mancomunada entre Fresneda y Fernández Sevilla", por lo que "es de suponer que fuesen ambos los que imponían un 'rapel' a estas empresas, según lo acordado en la comisión".
En cuanto al 'bote', la Fiscalía afirma que este "llegó a tener plasmación contable y registral" en 'Spyro', un programa informático que "contaba con apartados para asentar tales anotaciones al margen de la legalidad", algo que "no solo fue inspirado por cargos del sindicato, como María Charpín, sino que su encargo, aprobación y pago fue realizado desde la comisión ejecutiva".
"CANON REVOLUCIONARIO"
"Es más, según declaraciones de Roberto Macías, Pastrana nombró aMaría Charpín para la ejecutiva con esta finalidad", precisa la Fiscalía.
Asimismo, el Ministerio Público hace alusión a la declaración como testigo de Germán Damián Domínguez, ex secretario de Cultura y Formación del sindicato, quien señaló "cómo había una decisión de retener un 20 por ciento de todas las subvenciones que recibía el sindicato para fondos de formación y destinarlo a gastos corrientes del mismo y que era conocido por la ejecutiva regional como el canon revolucionario".
Según la Fiscalía, "este modo de financiación irregular habría llegado a tener tal magnitud, a tenor de las declaraciones de personal relevante del mismo, que prácticamente casi todos los gastos estructurales de la organización eran financiados con los fondos destinados a subvenciones para la formación" y "tan solo un porcentaje muy residual, injustificables 'per se' y codificados con los dígitos 91, no se sufragaban de tal forma".
El Ministerio Público considera que la participación de Pastrana y Fernández Sevilla "no sería menor que en aquellos hechos, que aún de modo accesorio, pudieran ser constitutivos de otros delitos, como falsedades y otros que aún se encuentran en fase de primaria investigación por la Guardia Civil, como son las irregulares subcontrataciones con terceros y entidades vinculadas y dependientes del propio sindicato".
16 IMPUTADOS
Por todo ello, y "a la vista de la participación directa" de ambos en las actividades investigadas, el fiscal pide al juez que los cite en calidad de imputados "a fin de prestar declaración y tomar cuantas medidas se estimen procedentes a fin de asegurar el presente procedimiento".
En esta causa hay 16 imputados y todos ellos quedaron en libertad con cargos por delitos de falsedad documental y contra la Hacienda Pública en su modalidad de fraude en subvenciones tras ser detenidos por la Guardia Civil en la segunda fase de la operación 'Cirene' desarrollada en junio pasado.
Entre los imputados figuran el propio Fresneda; Dolores Sánchez, como responsable de compras de UGT-A, y María Charpín, que ocupó el puesto de secretaria de Gestión Económica.