Hoy Mis Ecos del Tajo están tristes, y no es por ninguno de los desaguisados que estamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación día a día, no ni mucho menos, es bastante peor, es un mazazo mucho mayor de esos que se te quedan clavados en tu corazón.
Nuevamente se ha ido uno de los grandes, uno de los mejores, un extraordinario profesional, maestro del mostrador y de la oratoria. Era una de esas personas, octogenaria, pero con una clarividencia increíble. Él era un empresario modélico, de esos que hoy no se dan. Fue muy amigo de mi progenitor quien tuvo la suerte de compartir con él, incluso, acta de concejal en el Ayuntamiento de la época. me estoy refiriendo al querido y recordado Cándido Ruiz, que Dios lo tenga en su gloria.
Cándido amigo de sus amigos, presumía, y mucho, de a su edad, 89 años, seguir firme al pie del cañón. Tras el mostrador de su droguería, eso sí con su babi a la antigua usanza, despachaba o compartía la palabra sabedor de casi todos los temas. Era un gran aficionado a los toros, -tenía puesto sus ojos en su nieto Cándido que triunfara en esa difícil profesión-. Ordeñista, había sido amigo de Cayetano Ordóñez ‘Niño de la Palma’.
Una de sus virtudes que le granjeó la amistad y el respeto de muchos trabajadores, es que en tiempos difíciles, con una dictadura gobernando y mandando el sindicato vertical, Cándido desde su vertiente social, luchó por muchas personas que les habían pisoteado sus derechos. Para Cándido no había color en los temas, para él esto es justo pues hasta el final luchaba. Para todos los que le rodean como su extensa familia mis sentidas condolencias. Se ha ido un amigo, un gran profesional, una excelente persona... un hombre justo.