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Lunes 11/11/2024
 

El año de las elecciones

Hoy en día los políticos están metidos hasta en la sopa. En nuestra vida diaria, queramos o no, dependemos de las decisiones que toman una serie de señores que cada cuatro años elegimos en las urnas. Nadie puede escapar a su influencia y todos nos vemos afectados por las decisiones que toman. Aunque

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Hoy en día los políticos están metidos hasta en la sopa. En nuestra vida diaria, queramos o no, dependemos de las decisiones que toman una serie de señores que cada cuatro años elegimos en las urnas. Nadie puede escapar a su influencia y todos nos vemos afectados por las decisiones que toman. Aunque los ciudadanos nos jugamos muchísimo, la realidad es que las personas que se dedican a la política también se la van a jugar el próximo 24 de mayo. Muchos de ellos dependen de los resultados para saber que es lo que pasará en sus vidas en los próximos cuatro años. Algunos seguirán en el poder, pero otros se marcharán a sus casas teniéndose que replantearse sus vidas.

Está claro que el que siembra recoge y que el comportamiento que ha tenido con todos y cada uno de los electores les pasará factura, para bien o para mal. Por mucho que quieran arreglar en los meses que faltan, la realidad es que la suerte está echada y la mayoría de los ciudadanos ya tiene en la cabeza a quien no votarán en los próximos comicios.

Hay políticos locales que han trabajado, hay otros que hicieron lo justito; hay algunos que fueron orgullosos y altivos, mientras que otros se mostraron cercanos y sinceros. Todos ellos, saben cómo se han comportado y, por ello, no deben sorprenderse de que, en primer lugar sus partidos, y los propios ciudadanos los pongan dónde realmente se merecen.

La prepotencia con que llegaron algunos concejales se ha transformado, en los últimos meses, en una cierta preocupación sobre el respaldo que tendrán cuando les llegue la hora de examinarse.

En resumen, podemos decir que aunque la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, la realidad es que los representantes públicos en el fondo saben que deben hacer las cosas bien para lograr el respaldo de los ciudadanos cada cuatro años.

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