Cuando el arzobispo castrense, Juan del Río presida el día 18 la función conmemorativa del 180 aniversario del nacimiento del beato Marcelo Spínola y Maestre, bautizado en la parroquia castrense de San Francisco, y del 250 aniversario de la iglesia, marcará gran parte de la historia no sólo de la parroquia vaticana y castrense, sino de San Fernando, pues el próximo año se cumplen 250 años del nacimiento de la Isla de León como municipio independiente. Es decir, antes de que la Isla de León existiera y antes de que tomara el nombre de San Fernando, ya existía en la entonces villa dependiente de Cádiz, la parroquia castrense y la iglesia Mayor parroquial, que celebró su 250 años en 2014, aunque pasó casi desapercibido.
Todavía recuerdo cuando el entonces alcalde Antonio Moreno, al ver un boceto de escultura del beato Spínola en una exposición de Luis Álvarez Duarte en el Museo, manifestó lo bien que quedaría en la Alameda. Pasaron los años y Spínola no tiene su monumento en la Alameda, pero Luis Álvarez Duarte sí tiene una rotonda dedicada en La Isla.
Otras efemérides. 2015 es un año en el que además de celebrar el 50 aniversario del paso de misterio de la hermandad de la Soledad, también se celebrará el 25 aniversario de la agrupación musical Virgen de las Lágrimas, y el 75 aniversario de la reorganización de la hermandad de la Expiración. Efemérides que deben aportar actos extraordinarios a San Fernando y a su mundo cofrade, más allá de carteles conmemorativos. Y no quedará ahí la cosa, pues en 2016, el nuevo Ayuntamiento de la Isla de León, en su primer acta de enero de 1766, trata dos temas cofrades, como el nombramiento de un Patrón para la nueva ciudad y un nuevo altar, capilla y bóveda para la imagen de Jesús Nazareno, dada la cantidad de fieles que iban a verlo a la iglesia Mayor y el difícil acceso a la imagen.