España sufrió en 2014 más de 70.000 ataques cibernéticos, lo que le convierte en el tercer país del mundo que más agresiones de este tipo recibe, solo por detrás de EEUU y Reino Unido, ha revelado este jueves el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, en la presentación en el Instituto Cerventes del último 'Vanguardia Dossier', dedicado a la ciberguerra.
Estos ataques se dirigieron contra diferentes órganos de la Administración pública, pero entre sus víctimas también figuran empresas y ciudadanos, ha precisado el jefe de la diplomacia española, que ha rehusado dar a la prensa más detalles sobre esta revelación al término de su intervención.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, presente en el acto, tampoco ha querido precisar de dónde venían estas agresiones o a quiénes ha afectado, más allá de señalar que "no pocos" de esos ataques se han dirigido contra la "Administración pública". Eso sí, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a la opinión pública, pues el Gobierno está "trabajando muy intensamente" para protegerse frente a esta amenaza. "Estamos haciendo los deberes", ha remachado.
En su intervención en la conferencia, García-Margallo ha recordado que el Ejecutivo cuenta desde diciembre de 2013 con un Consejo Nacional de Ciberseguridad encargado de coordinar a los diferentes Ministerios que en la actualidad elaboran un Plan Nacional en la materia, que tendrá en cuenta las estrategias de la UE y la OTAN sobre ciberseguridad .
La Estrategia de Seguridad Nacional española, ha añadido, ya identifica los actos hostiles que llegan a través del ciberespacio como "una de las 12 amenazas más serias" para el país. No obstante, García-Margallo ha subrayado que el ciberespacio "también es un espacio de libertad".
Por eso ha advertido de que, aunque puede ser "comprensible" tener la "tentación de controlar y restringir" el uso de Internet con el "pretexto de garantizar la seguridad", actuar de esta manera podría tener "errores fatales para el progreso humano".