Ambos organismos han acordado una serie de normas que deberán seguir los novios para evitar la degradación del recito nazarí, como la prohibición de echar arroz o pétalos, tampoco podrán lanzarse fuegos artificiales ni palomas y el tráfico de vehículos deberá ser restringido.
En principio sólo habrá una boda por las tardes, los viernes y sábados de 17,30 a 19,00 horas en los meses de noviembre a febrero y de 19,30 a 21,00 horas entre los meses de marzo y octubre. A modo de prueba, se permitirá en temporada baja un matrimonio más los sábados por la mañana, entre las 13,00 y las 14,30 horas.
Así se ha definió en su día en un documento suscrito por ambas partes al quedar constituido el grupo de trabajo que medirá el impacto de los casamientos en el monumento.
En cuanto a la accesibilidad, la idea del Patronato es que se deje entrar al novio y a la novia en sus coches y que, a la salida de la iglesia, sólo quede un sólo automóvil. Así, los asistentes deberán acudir a la boda en transporte público o hacer uso del aparcamiento de la Alhambra.
