La pasada semana tenía un debate con un amigo sobre la importante actividad que mantiene ahora el Ayuntamiento de Ronda. Lo cierto es que en estos momentos la ciudad se ha llenado de actividad y se están realizando un montón de obras que recuerdan a otros tiempo que eran mejores. Tenemos en marcha o a punto de empezar el Hospital, las rotondas, la última fase de la avenida de Málaga, la remodelación de la Alameda, el centro de Transportes, la nueva Biblioteca Comarcal, obras en los colegios, asfaltado en multitud de calles, el acondicionamiento de la Casa del Gigante, el asfaltado de 7 kilómetros de la carretera a Málaga, el parque en la antigua Piscina Municipal, el Centro Cívico de San Rafael... Y una larga lista de proyectos que han vuelto a revitalizar Ronda. Ante está gran actividad inversoras son muchos los que dicen que todo esto se hace al estar muy cerca las elecciones autonómicas y municipales.
Personalmente, me cuesta creer dicho argumento ya que cualquiera que conozca el funcionamiento de las administraciones públicas sabe que todos estos proyectos tuvieron que ponerse en marcha hace meses para que se puedan estar realizando en estos momentos. Además por las fechas de ejecución parece que se terminarán la mayoría de ellos después de los comicios.
Lo importante para los ciudadanos es que se hagan las cosas y creo que el hecho de que se estén haciendo a meses de las elecciones no es más que una simple anécdota. La “burrocracia” hace inviable que, aunque quisieran los políticos, se pusieran en marcha de forma tan repentina tantas obras.