El día de ayer amaneció como si de un Domingo de Ramos se trátase, pero era un día de octubre donde la hermandad de la Hiniesta en conmemoración de sus 450 años de vida, puso a su dolorosa en las calles de la ciudad de Sevilla en busca de lo templos donde radicó a lo largo de su historia.
La Virgen de la Hiniesta salió a eso de las 16.00 horas dejando imágenes para la historia como su paso por la Ronda saludando a la Pastora de Capuchinos.
Los sones lo ponía el Carmen de Salteras, banda que esta más que acostumbrada a este tipo de procesiones de más de 10 horas y que acompaña a la dolorosa cada Domingo de Ramos. De San Julián a San Hermenegildo donde se traslado en el 1989.
Tras unos momentos emocionantes en el comedor de las Hijas de la Caridad, donde llovieron miles de pétalos. Llegaba a la Plaza del Pumarejo donde fue la despedida de las hermandades en representación y los hermanos con cirio.
En una multitud de hermanos y devotos llegaba al más inédito momento que fue en San Martín, donde la Virgen del Buen Fin recibió a la Estrella más Sublime en el prebiterio del altar mayor. De San Martín a Montesión, se vivió momentos apoteósicos con el acompañamiento de la Agrupación Santa María de la Magdalena de Arahal tras la dolorosa de San Julián interpretando marchas adaptadas.
Llegaba a San Juan de la Palma que en el presbiterio estaba ubicado el Simpecado de la primitiva Virgen vestida de hebrea, momentos emotivos que se sucedieron en los otros templos, los Terceros y Santa Marina, templos donde se firmaron tras la guerra algunos de los momentos más importantes de la historia de la hermandad de San Julián.
Con aproximadamente 15 horas en la calle, la dolorosa de la Hiniesta entraba en su templo a eso de las 5:50 horas de la mañana, con casi tres horas de retraso.