FILIAS Y FOBIAS EN TARIFA
En política existen los compañeros de partido, los compañeros de un pacto de gobierno y muchas veces los extraños pactos en una oposición diversa y sin casi ni ningún punto en común. Amigos, lo que se dice , amigos, suelen haber pocos. Y así debe ser, es necesario separar la política de la amistad personal o también de la enemistad personal. Otra cosa es la lealtad política tanto a nivel de partido como a nivel de pacto porque si esta no existe ocurriría lo que decía Churchil cuando un joven diputado le comentaba que era un honor ocupar su escaño junto a su líder y enfrente del enemigo, a lo que Churchil le contestó: “No se equivoque joven, enfrente tenemos a los adversarios. El enemigo lo tenemos aquí con nosotros”.
Si este tipo de cosas ocurren con los gobiernos, imagínense en un pueblo donde se conoce todo el mundo y en el que las filias y las fobias forman parte de la vida diaria.
Recuerdo que en San Roque no se pudo llevar a cabo un pacto de gobierno entre PSOE y USR, por odios personales, sin tener nada que ver la política. O bien después un pacto de gobierno entre PSOE, PA e PIVG, en el que el partido de Guadiaro a pesar de ser socio de gobierno era el auténtico enemigo en casa.
Pues una cosa parecida ha ocurrido en Tarifa, donde los odios personales, las venganzas personales han ido por encima de lo que debe ser la política. Y eso dice mucho en contra de todos los que han participado. Un cabeza de lista del PA que anteriormente había sido expulsado del PSOE. Un número cuatro del PA que venía de Algeciras donde le habían quitado como cabecera de lista.
Y resulta que el expulsado del PSOE (Cabeza de lista del PA), se une al PSOE (Que en Tarifa está tan mal que es prácticamente una gestora) y a IU para desbancar al Alcalde que, por otro lado, ha sido incapaz durante cinco meses, de conseguir un solo compañero de viaje que necesitaba para poder gobernar con mayoría absoluta.
Esto señores, no es un tema político. Esto es, sin lugar a dudas, un tema de odios personales que han antepuesto al gobierno estable de la ciudad de Tarifa.
Ahora, extraños compañeros de viaje se han puesto de acuerdo. Expulsados y no expulsados. ¿Cuánto puede durar esto?.
Lo triste es quien pierde con todo esto es Tarifa. Y todos, digo todos, han puestos por delante sus filias y sus fobias, a los intereses de la ciudad. Una pena.
Algeciras a 17 de noviembre de 2015
Patricio González