El teatro aficionado se erige como protagonista del fin de semana con la representación de la obra Doña Rosita la soltera, de Federico García Lorca, por las alumnas del taller de teatro de la Delegación municipal de Igualdad.
Esta actividad, que tendrá lugar a las 21.30 horas del próximo sábado en el patio de la iglesia de San Agustín, se enmarca en la clausura de los talleres de invierno y cuenta con la colaboración de la Delegación municipal de Cultura, que cede para la ocasión su infraestructura y su personal.
Las protagonistas son casi todas mujeres, aunque también algunos hombres se han implicado en la representación, que en ningún momento tendrá un carácter profesional.
El taller de teatro de la Delegación comenzó en octubre pasado, habiéndose decidido en enero la obra a representar. Durante estos meses, las alumnas actrices han analizado el contexto histórico de García Lorca para ensayar intensamente con vistas a la escenificación de la obra. Además, este taller de teatro ha contado con la colaboración de los talleres de costura y manualidades, cuyas alumnas se han implicado en el vestuario y en todo lo que necesita la obra.
Según explicó la delegada de Igualdad, Isabel María Medina Pérez, la obra elegida se corresponde con “un autor que conoce sobradamente la sensibilidad de las mujeres y que demostró a lo largo de su obra el respeto que sentía hacia ellas”. La delegada quiso agradecer la colaboración del resto de talleres municipales en esta actividad, así como a la hermandad del Nazareno que ha cedido el espacio del patio de San Agustín para la representación.
Las entradas podrán adquirirse en la Delegación de Igualdad o Casa de la Mujer, en la calle Algodonales.
Por su parte, el delegado municipal de Cultura, Rafael Barrios, habló de las buenas condiciones que reúne el patio de San Agustín, antiguo convento de San Juan de Letrán, para este tipo de actividades; un lugar fruto del trabajo de la hermandad nazarena que restauró hace unos años lo que era prácticamente un conjunto de ruinas. Además, se ubica en un lugar donde difícilmente llegan las actividades culturales por su lejanía y falta de equipamientos públicos.