No. No se va a tratar de la esperada película de J. A. Bayona, que se estrena este viernes. Quien suscribe este artículo no ha tenido el privilegio de disfrutar aún de este espectáculo. El título también podría haber recurrido al libro de "El Renacer del Monstruo", pero este tuvo ya su tratamiento específico.
El monstruo que viene a vernos, el monstruo que vuelve, no es otro que Felipe GonzáleX. Tras meses de insidias, con el poderoso grupo PRISA a su servicio, o quizás al revés, muy probablemente, toda la repugnante estrategia ha surtido su efecto y ha provocado el descabezamiento del PSOE de su líder electo y de su Comisión Ejecutiva Federal. A quien compite con Aznar para ser el ex-presidente más nocivo para este país le acompañaron en su miserable cometido los caducos dinosaurios que en el siglo pasado con sus gestiones, y en el actual con sus apariciones, colaboraron en el desprestigio al partido que representó la esperanza para millones de ciudadanos progresistas.
Sobre los ex-presidentes el PP ha sabido digerir mejor las impertinentes intromisiones del Sr. Aznar, colocándolo en el escaparate de la tienda y permitiendo que sus salidas pontificales queden, como él, en pura anécdota. El PSOE, en cambio, sufre el lastre de aguantar las incongruencias del Sr. X y nadie ha sabido ponerle en su sitio.
Los resultados, ahí los tienen: un partido dividido en dos posturas de muy difícil reconciliación, siempre que la ciudadanía, que eligió libremente en las primeras elecciones primarias de este partido, se mantenga coherente en sus ideas. No se olvide que Pedro Sánchez ha sido el único en este partido elegido por las bases, lo que implica que el golpe de estado promovido por el consejero de Gas Natural y encaminado a elevar a la Jefatura del PSOE a su hija política, Susana Díaz, es un desprecio a la democracia y una auténtica subversión de la elección de los militantes a quienes ha despreciado con esta absoluta falta de respeto.
Pero que no se sientan muy orgullosos de su victoria, que las gentes socialistas que se concentraron en Ferraz ya han manifestado cuál es su opción, aplaudiendo a los defenestrados y obsequiando a los golpistas con su enfado y su reprobación.
En estos últimos días, llenos de episodios significativos, aparte de los esperpénticas representaciones teatrales de los críticos/díscolos/sediciosos repitiendo el mantra de "Antes España que el Partido" o de que sólo existen dos opciones ante la gobernabilidad: Abstención o Terceras Elecciones, olvidando que hay una tercera, el gobierno alternativo, que estaba a punto de cerrarse, se han producido otros gestos de distinto enfoque.
La oportuna entrevista de Pepa Bueno, posiblemente a su pesar, a Josep Borrell, el más independiente de cuantos referentes socialistas salen a la luz en estos tiempos, puso en su sitio al Grupo PRISA, precisamente en la Cadena SER, el más prestigioso de sus medios, dejando diáfana la denuncia contra quienes han socavado las estructuras del partido.
Menos edificantes han resultado las protagonizadas, vergonzosamente para nosotros las gentes de Andalucía, por miembros de nuestra comunidad; desde la ridícula afirmación de Verónica Pérez, con aquello de "Yo soy la única autoridad", el gesto amenazante de Juan Cornejo o las cínicas lágrimas de cocodrilo de su jefa, Susana Díaz, la lideresa del Partido Susanista de Andalucía con vocación de Secretaria General del PSOE, que ve abierta la puerta a su ambición. Aunque sería bueno aconsejarle a ella, que no cante victoria tan pronto no sea que al final de la historia, los veleidosos barones, soportes de la sedición, cambien de nuevo de chaqueta y le digan aquello de "Roma no paga a traidores".
En esta triste jornada, apenas se han acordado del grave pecado del que acusan a Pedro Sánchez, a quien culpan de los resultados electorales , cuando la irrupción de los nuevos partidos han sido causa determinante de este descenso. Una vez que la presa ha caído, sin importar la legalidad de los artilugios, qué importan otras razones.
No se puede concluir este escrito sin recordar con pena. el dolor y la frustración que todas estas intrigas han producido en la sufrida militancia socialista. Desde aquí nuestra solidaridad y nuestro cariño para ellos y ¡ojalá! los golpistas devuelvan pronto al pueblo su voz, libre y sin condicionar.