Airbus ha presentado, por primera vez a los medios de comunicación españoles en Sevilla, al directivo alemán que desde el año pasado tiene las riendas del negocio militar y de Espacio, Dirk Hoke. El joven ingeniero, acompañado de Fernando Alonso, el presidente de Airbus España y responsable del negocio de aviones militares (uno de los incluidos en el división de Defensa y Espacio), ha desgranado la nueva orientación del conjunto del grupo hacia la digitalización de todos sus procesos.
Alonso ha sido quien ha precisado los planes respecto a las factorías de ensamblaje de los aviones C295 y A400M que se encuentran en Sevilla. En cuanto al primero, el avión más español de la empresa ya que se desarrolló cuando no existía Airbus como grupo europeo sino la extinta firma pública española Casa, el presidente de Airbus en España recalcó que la decisión de reducir la producción a 10 aviones por año en 2017 y 2018 se mantiene pese a los contratos logrados en Canadá (16) a final de 2016 y el reciente en Kazajistán (2).
“Los 10 aviones que vamos a hacer este año aún no están vendidos, y los de 2018 tampoco. Hay que tener la cabeza fría y crear un backlog [cartera de pedidos] de entre uno y dos años de producción para plantearse volver a producir más. Nos quedaremos en 10 al año hasta que logremos ese colchón”, ha detallado Alonso. Esos dos años supondrían así, al ritmo de producción actual, un mínimo de 20 pedidos.
Airbus llegó a producir hasta 27 aviones C295 al año, muchos de ellos sin cliente asegurado. Las nuevas directrices financieras -tener vendido el producto antes de hacerlo, para no financiar aviones sin cliente- seguirán determinando el futuro del programa. Esta reducción ha causado ya un impacto de 400 empleos perdidos en Airbus y sus principales suministradores. Y UGT calcula que hay otros 600 empleos más en riesgo en Andalucía.
No obstante, Hoke avanza que este avión mediano “será clave en nuestro futuro, gracias al desarrollo de nuevos sistemas y versiones”. Alonso añade que se trabaja para que el cliente pueda tener un avión de transporte militar, pero también de misión merced a esos nuevos desarrollos. “Queremos que el cliente compre un avión, pero en realidad compre cuatro por ejemplo, según los usos que le vaya a dar y sus necesidades”.
Fábrica inteligente
Puso como ejemplo a Indonesia, que es el primer país que justamente ha firmado una carta de intenciones para comprar el A400M (4 unidades) más allá de los países clientes iniciales, entre ellos España. “Tienen en mente usar el A400M como base de un puente aéreo entre sus miles de islas, y necesitarán otros aviones más pequeños que completen la labor del A400M, y ahí estarían los C295, estamos negociándolo”, avanzó.
Hoke ha visitado esta semana las plantas de Cádiz y la planta de ensamblaje del C295 en San Pablo (Sevilla), precisamente. Transmitió a los empleados la nueva cultura de digitalización de la producción. “Estamos en el modelo de fábrica inteligente 2.0, y queremos llegar a la 4.0 para ser competitivos desde Europa con países con menores costes laborales”, explica. Hoke ha alabado además la “pasión y entrega” de la plantilla española por la empresa.
Entre 20 y 22 entregas del A400M
Dirk Hoke, el ingeniero alemán procedente de Siemens que desde el año pasado dirige Airbus Defence&Space, reconoce como hacían los resultados de Airbus hasta marzo que el A400M sigue teniendo problemas “pero saldremos de ellos”. “Todo cliente que lo usa, lo quiere”, afirma. Fernando Alonso ha recordado además cómo en lo que va de años son los propios clientes que ya usan el avión quienes están actuando de embajadores comerciales del mismo.
Así, el avión que ya usa el Ejército español ha estado hace unos días en la mayor feria militar de México, y fue visitado por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Otro aparato del ejército británico acaba de realizar una gira por Nueva Zelanda y Australia; y aeronaves francesas han recorrido hace unas semanas EEUU, otro mercado clave.
Para 2017, la empresa confía en entregar entre 19 y 22 aparatos, entre ellos el segundo a España. “Fue un éxito llegar a 17 más 2 que se entregaron en enero por falta de días por la Navidad, después de los problemas graves en los motores”, reconoció Hoke. El directivo recordó “la presión tremenda sobre la plantilla de Sevilla, con empleados trabajando en vacaciones, fines de semana y por las noches”. “Nuestros equipos tienen una pasión y motivación tremenda por el A400M”, aseguró tras visitar Cádiz y Sevilla.
