El primer paso para aliñar las aceitunas de mesa es ponerlas en agua con sal. Así pierden amargor. Un equipo de la Universidad de Jaén ha descubierto que durante ese proceso se potencian las propiedades probióticas del fruto del olivo, es decir, que se convierte en un alimento funcional que mejora la digestión, especialmente en las personas con intolerancias.
La investigación sigue para buscar otras ventajas frente a la diabetes y enfermedades neurológicas.