Reciclar se ha convertido en estos últimos años en una tarea cotidiana y habitual. En las escuelas se enseñan los valores y los procesos y se intentan que se interioricen para que puedan ser llevados a la práctica en cada casa.
Pero reciclar puede llegar a ser algo más que separar basuras y deshechos: uno de los objetivos del reciclaje es, precisamente, darle una nueva utilidad a aquella cosa que está predeterminada a un uso concreto.
Esta es la idea que recoge “Reciclarte” una muestra de esculturas realizadas con materiales reciclados y que enseña con originalidad que el reciclaje puede ser creativo y tener valor estético.
“La inutilidad de las cosas está en función de la inutilidad de la imaginación”, asegura Guillermo Summer, artista invitado a esta muestra que ha recogido en un decálogo los mandamientos del “reciclador”, resumiendo en una máxima todas ellas “Además de al prójimo respetarása las cosas y amarás a la naturaleza como a tí mismo”.
La exposición, que se inagura el próximo 31 de julio y permanecerá en Gibraleón hasta la segunda quincena de Agosto, recoge las obras que han participado en el II Concurso Internacional de Escultura “Reciclarte”.
“Hoy en día los escultores usamos en su mayoría materiales reciclados para crear nuestras obras, por lo que el reciclaje en la escultura no es algo extraño, sino más bien todo lo contrario, bastante habitual”, comenta Rafael Mélida organizador del certamen y comisiario de la exposición. “Sin embargo -continúa- no existía un concurso específico para esculturas que utilizaran materiales de este tipo, que era precisamente el tipo de certamen que yo buscaba para poder participar. Por eso surge “Reciclarte”. Digamos que fue el concurso en el que quise participar, aunque ahora por organizarlo, no tengo esa posibilidad”.
Rafael Mélida lleva viviendo en Gibraleón desde los tres años y se dedica a la escultura desde que se licenció en Bellas Artes en Madrid. Trabaja junto a su mujer, Mónica Rasco, creativa de profesión y organizadora, junto a su marido, de este certamen. “Nosotros siempre trabajamos con materiales de segunda mano, reciclando. Por eso veíamos la necesidad de que existiese un concurso en el que los artistas pudieran mostrar todo aquello que se puede hacer con materiales de la vida cotidiana”.
Pero no es sólo la función artística el objetivo de este certamen, pues el factor educacional es uno de los más importantes en “Reciclarte”. “Durante la exposición que permaneción en el Museo de Huelva desde el 12 de mayo al 14 de junio, se realizaron talleres paralelos que llegaron a incrementar en 3.o00 las visitas al museo”, comenta Mónica, quien también reconoce que el boca a boca y la originalidad de la muestra hizo el resto “la exposición resultó fresca y atractiva y cada una de las esculturas sorprendía; veíamos como gente que había venido a la exposición volvía junto a un grupo mayor de personas, con lo que se multiplicaban las visitas”.
Pero Rafael no olvida a otras personas e instituciones que han hecho posible este certamen y su consiguiente exposición, “conocíamos a Hierros Antonio España e Hijos, porque hemos trabajado mucho con ellos, incluso realicé la escultura de “El Trapero” que preside la entrada de la punta del sebo y comentamos la idea. Ellos quedaron entusiasmados y pasaron a ser los principales patrocinadores. Posteriormente contactamos con la Fundación Caja Rural del Sur y también con compañeros de la profesión que tenían las mismas inquietudes que nosotros”.
El resultado fue un certamen internacional que ve crecer la participación en cada edición. En estas dos ediciones, han participado escultores de todos los lugares del planeta, si bien reconocen que la crisis ha provocado que otros muchos otros no hayan podido participar por lo costoso de enviar las obras.
No obstante, tanto Rafael como Mónica se consideran bastante satisfechos, ya que han conseguido involucrar a diversos sectores relacionados en alguna medida con el reciclaje, además de ofrecer al sector un certamen de estas características. “Lo cierto es que “Reciclarte” ha tenido muy buena acogida dentro del gremio y vemos como muchos compañeros participan, no sólo por el premio, sino por el valor que tiene el hecho de formar parte de una actividad de este tipo en el que uno de los objetivos más importantes es la concienciación social”, asegura Rafael Mélida.
En lo que se refiere a la exposición que podrán visitar los olontenses, se adaptará el pabellón municipal ubicado junto a la policía. “Queremos organizar la exposición aproximadamente en un tercio del espacio existente, adecuándolo con telas para crear un ambiente más artístico e íntimo”, desvela Rafael. Después, en septiembre, la muestra se trasladará a Punta Umbría donde permanecerá todo el mes. “Y en octubre, comenzaremos a organizar el certamen del próximo año, ya que aunque el público sólo vea el resultado final , un concurso de este tipo requiere un gran trabajo previo, muchas reuniones y muchos detalles atados”, asegura Rafael.