Rubén Pérez está siendo una de las gratas sorpresas de la pretemporada del Cádiz. El ariete ha llegado al Cádiz B procedente del Mirandés, pero la ausencia por lesión de Toedtli y Tristán le ha dado la posibilidad de contar con minutos en los dos primeros amistosos del verano. Y el joven no los está desaprovechando. Cuando se le fichó estaba previsto que realizara la pretemporada con el primer equipo, pero nadie podía imaginar que, además, tendría un papel estelar en los partidos.

El ariete debutó en la segunda mitad del choque ante el Chiclana. Y no pudo hacerlo de mejor forma. En su primer minuto como cadista ya se había estrenado como goleador, consiguiendo que los aficionados se preguntasen quién era ese joven que tan buena planta mostraba en la punta del ataque amarillo. Ante Osasuna salió como titular y, aunque no marcó, volvió a mostrar su facilidad en el juego de espaldas a la portería rival, dando múltiples opciones a los compañeros de segunda línea.

Tras el entrenamiento de ayer en Benalup, Rubén Pérez atendía a los medios por primera vez. “Estoy entrenando muy bien y veo que he cogido el ritmo bastante rápido”, afirmaba el futbolista, que también analizó el juego que viene desarrollando el equipo: “se conocen como si llevaran jugando cinco años seguidos, sólo con mirarse ya saben lo que va a hacer cada uno, espero que los nuevos nos acoplemos lo más rápido posible al sistema de juego”.

Pérez se describe como un delantero centro, aunque reconoce que está “aprendiendo a realizar otros movimientos de apoyo y de ayudas”. Confiado en sus posibilidades, afirma que “si el entrenador cree necesario contar conmigo, estaré preparado; estoy aquí para trabajar y ayudar en todo lo que pueda”, resaltando la ilusión que le haría poder jugar el Trofeo Ramón de Carranza.

El jugador no quiere ir demasiado rápido, esperando “aprovechar la pretemporada para aprender todo lo que pueda; para mí es un premio sólo estar aquí y todo lo que venga bienvenido sea”.