Conocer cómo danzan las biomoléculas, descubrir la tecnología como herramienta para mejorar la salud, pasear por un laboratorio de arte o adivinar mediante juegos cómo identificar cada planta son algunas de las más de setenta propuestas que han nutrido la programación de la Semana de la Ciencia de Sevilla. Este menú diseñado por una treintena de instituciones ha acercado a más de 7.500 personas las principales líneas de investigación de la provincia para despertar nuevas vocaciones científicas mediante el ocio y la divulgación.
La Semana de la Ciencia, una quincena científica que coordina en Andalucía la Fundación Descubre, ha mezclado en Sevilla biología y juegos con química y experimentos, y ha ofrecido talleres y exposiciones para que alumnos desde Infantil a Bachillerato entiendan que la ciencia puede ser un juego apasionante.
La Universidad de Sevilla lidera por número de propuestas las alternativas para combinar divulgación y entretenimiento y, con su treintena de actividades ha acercado a unas 3.700 personas los secretos de sus laboratorios, la magia de la química o la posibilidad de ver qué cantidad de ciencia esconde una sesión de cine sobre ‘Jurassic Park’. La agenda de esta quincena científica arrancó el pasado 6 de noviembre y sirvió, con el protagonismo de once investigadores de la Universidad de Sevilla, las primeras tazas de Café con Ciencia.
Este formato para desterrar corsés y tecnicismos y exponer los estudios científicos desde lo cotidiano sirvió para descubrir los secretos de los geólogos, adentrarse en la genética del día a día o descubrir la química.
También con café sirvió una buena dosis de ciencia el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera y Alimentaria (IFAPA) que, el pasado lunes, repasó con escolares las enfermedades que producen los hongos o cómo se extrae el ADN.
El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC) se estrenó también el primer día de esta XVII Semana de la Ciencia y expuso cómo hacer ciencia a bajo precio, explicó que las plantas también se estresan y recordó la importancia de repoblar los bosques. Las propuestas de IRNAS han enseñado además con talleres la necesidad de reciclar y cómo encontrar utilidad a la basura, que existen alternativas al petróleo y la historia de árboles ejemplares.
La Universidad Pablo de Olavide ha convertido a alumnos de bachiller en científicos capaces de extraer ADN vegetal de plátanos o cebollas y los ha retado a descubrir cómo se propaga una enfermedad viviendo un simulado ‘apocalipsis zombi’ a través de un programa de talleres que enseña a analizar huellas dactilares o a descubrir la vida de los vertebrados acuáticos.
Las propuestas sevillanas de esta Semana de la Ciencia han abierto además las instalaciones de la Estación Biológica de Doñana o el Hospital Universitario Virgen del Rocío para descubrir el trabajo del Instituto de Biomedicina. Además, han permitido descubrir durante una visita guiada por el Parque de María Luisa cómo se hizo realidad el sueño del jardín sevillano. El Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja (CicCartuja) ha analizado en un coloquio las bondades y perversiones de la ciencia mientras el Museo de Geología de la Universidad de Sevilla ha explicado la verdad de un tsunami, cómo se forman los fósiles o qué son el oro, el cuarzo o la pirita.
La oferta de la Semana de la Ciencia de Sevilla ha convertido en juego la ciencia para que los escolares descubran si tienen alma de científico loco o adivinen qué planta tienen entre sus manos, ha enseñado con talleres a convertir el móvil en un microscopio y ha debatido sobre moles, clones, turismo sostenible o psiquiatría para avanzar en el objetivo de demostrar que la ciencia es divertida y acercar sus avances a la sociedad.