Ponte el chándal o el traje, es día de partido. Sí, ya está aquí una nueva edición del Fooball Manager, el simulador del banquillo digital más exitoso del momento. La saga acaba de aterrizar en las pantallas del medio millón de usuarios activos que posee y lo ha hecho con importantes novedades.
Como cada año, el juego introduce cambios en su modelo interactivo si bien es verdad que la base con respecto a lo que es la filosofía Football Manager no varía. Es decir, hablamos de dirigir a un equipo de fútbol, entrenar, elegir y plantear las tácticas y sobro todo confeccionar una plantilla acorde con las circunstancias del club, tanto económicas como deportivas.
Es aquí cuando Football Manager 2018 ofrece una serie de nuevos módulos. La más destacada es la que tiene relación con las dinámicas de grupo. Un buen técnico debe tener contento y motivado a su vestuario, de ello dependerán, en gran parte, los buenos resultados. En esta nueva entrega este aspecto adquiere vital importante toda vez que si el grupo no está conforme con las ideas, trabajo o maneras de actuar del entrenador, la sintonía no será la idónea para lograr el objetivo. Resumiendo, resultará vital tener controlados a los pesos pesados del vestuario, calificados en grupos sociales, para poder trabajar a gusto.Es sin duda una de las grandes novedades del FM 2018.
Otro de los aspectos que adquieren una nueva dimensión en el juego es el relacionado con los ojeadores. Aquí, encontraremos a una de las figuras que en el fútbol actual está obteniendo un peso significativo en el día a día del equipo. Se trata de los analistas, cuyos informes, centrados en las estadísticas más recientes de los futbolistas a ojear o si su perfil deportivo encaja en la táctica del club, nos ofrecerán un mayor rigor a la hora de intentar contratar a un jugador.
No obstante, su aparición no deslucirá el poder de la dirección deportiva y su grupo de scout que seguirán ofreciendo informes de especial interés, en este caso con la novedad de que podrás ajustar el presupuesto del club para fichajes a la hora de buscar en el mercado. Por supuesto, Football Manager 2018 cuenta, fiel a su filosofía, con una base de datos impresionante en la que se incluyen más de 50 ligas de todo el mundo.
Un tercer apartado renovado afecta al cuerpo médico. Siguiendo la política de los grandes clubes, nuestro técnico podrá disponer de una especie de centro médico en el que, al margen de incluir los partes de lesiones y trabajos de los fisios, aportan también informaciones fundamentales como las que hablan del riesgo de lesiones. Para explicarnos, un jugador con sobrecarga de partidos tendrá más posibilidades de lesionarse, una opción que abre la puertas de la rotaciones.
Las tácticas han sido retocadas, ya no sólo en apartado gráfico (al igual que el resto del juego que ha ganado bastante en este aspecto con los movimientos de futbolistas y celebraciones de goles, por ejemplo) sino también en lo que atañe al interfaz, que da un paso más buscando un mejor manejo. Al principio puede parecer un tanto lioso por aquello de que determinadas acciones se complican un poco más o se encuentran incluidas dentro de otras, pero sólo habrá que dedicarle unas horas para comprobar que el cambio ha sido para mejor, buscando siempre introducir aspectos cada vez más profesionales. Uno de ellos es la división del campo por zonas, que permitirá conocer de qué manera se ocupa el espacio y dónde pueden estar los puntos débiles del equipo.
Dentro de esta serie de modificaciones aparecerá también la denominada inteligencia futbolista, que afecta a todo lo relacionado con situaciones contractuales y de fichajes. Así, a lo largo del juego podremos utilizar nuevas cláusulas contractuales, para fichajes y cesiones, y para ello tendremos que hacer frente a una Inteligencia Artificial cada vez más sofisticada. En este apartado se incluyen novedades para negociar que nos servirán, entre otras cosas, para velar por nuestra economía.
En definitiva, Football Manager 2018 es uno de esos juegos imprescindibles para los amantes de la simulación futbolística que, sin cambios especialmente sustanciales, continúa siendo muy adictivo.