El más responsable de todos los concejales portuenses, el que miraba de frente sin miedo y exigía seriedad y una gestión adecuada para la administración pública nos ha salido “regulá na má”. Las bajas médicas por depresión y su tratamiento en las playas de Conil dan igual.
El fiasco en urbanismo da igual. Su teatralizado intento de ruptura del pacto por unos presupuestos participativos de mentira también se perdonó y da igual. Todo da igual o se le perdona. Tiene suerte o los protestones de turno han sido acallados. Pero eso es otra historia. La cuestión es más corriente, más de iluminación.
“Adelante” es el blog de un concejal de IU en el gobierno municipal. Un blog abandonado desde el 7 de marzo de 2016, cuyo último artículo fue titulado “Transparencia política”. Tanto esfuerzo en la transparencia que desapareció la actualización y el autor casi a la vez. Una pena, porque en él se podían leer artículos interesantes, demandas, reivindicaciones y críticas. En el recuerdo un artículo sobre “el enganche municipal”.
Vamos con él, que nos puede dar una visión sobre un tema muy actual que vivimos en esta legislatura: los regeneradores políticos y de la gestión pública. En “Adelante” denunciaba, allá por el mes de junio de 2014 –no es memoria, está en internet a tiro de google, una opción que usamos los malos columnistas cuando nos atascamos pero queremos ir de cultos-, que una nave municipal estaba enganchada a una farola, que dicha nave se había “prestado” a la Banda Maestro Dueñas sin que el responsable de Patrimonio supiera nada y que el enganche fue instalado de forma provisional por el Servicio de alumbrado.
Hasta aquí los aplausos. Como decía, un concejal responsable, preocupado por su ciudad, por la administración y gestión pública, las ciudadanas, etc. Estilo sermón plenario del parroquia, pero en plan serio y menos “gallego”, como más creíble. Sin embargo, dejó de escribir y lo dejó to allí, en el callejón de la libertad de expresión del barrio de Internet.
Y lo dejó tan de lado, que se olvidó de la transparencia, la responsabilidad del que está en la gestión y de que los presupuestos participativos siguen sin salir.
Todavía se están ejecutando los de 2016. Pero lo más simpático del asunto es que mientras él denunciaba “enganches” de la nave a una farola en el pasado, ahora los “enganchados” son los que tienen concedidos la explotación de los parkings.
Sí, los curritos de Feprodeca. En el parking de la pasarela, con la que está cayendo, no tienen luz, así que deben soportar el frío, anotar a mano las matrículas de los coches y calcular el coste del tiempo estacionado, al estilo compadre.
Y eso que hablamos de un servicio municipal que recauda unos 200 mil euros para el ayuntamiento y cuya electricidad, van diciendo por ahí, se obtiene de una farola. Ahora se entiende todo, unos “se enganchaban, los de ahora aprovechan la nasionalisasion de las eléctricas”. n
