-Ha cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí…
-¿En serio?
-Sí. Pero sigue teniendo la misma esencia marinera.
-¿Pueblo pesquero?
-En época romana era conocido como Portus Baessipo, siendo ya un importante puerto pesquero dedicado de lleno a la almadraba.
-¿Qué es una almadraba?
-¿Te gusta el atún?
-Sí, ¿por qué?
-Pues éste se captura y prepara en el lugar nombrado.
-Y actualmente, ¿se sigue con la pesca del atún?
-Sí, de hecho dentro de un rato comprobarás por ti mismo, lo que te estoy diciendo… Hoy día Barbate sigue viviendo de la almadraba, aunque el turismo tenga un papel muy importante en la economía de la población.
-¿Sus playas?
-Sus playas… Sus atardeceres… su gente… ya lo verás… Pero Barbate es mucho más. Además de su núcleo urbano tiene pedanías tan importantes como Zahara de los Atunes, Los Caños de Meca y Zahora.
-Zahara… es un nombre muy bonito, ¿iremos?
-¿Quieres ir?
-Pues, la verdad, me gustaría, pero acabamos de llegar a Baessipo…
-Tienes razón, pero podemos acercarnos, no está lejos, y quizás te guste algo que hay allí. Me preguntabas sobre las fortalezas…
-¡Los Oppidum!
-Sí, sí, los oppidum… pero éstos se situaban en zonas altas, no lo olvides…
-¿Y dónde está la fortaleza de Zahara?
-Ya la verás, vamos allá…
-Pero… ¿nos dará tiempo de comer atún en Barbate?
-¡Claro! Estás creciendo en cultura pero más aún en conocimientos gastronómicos, muchacho. No hay duda que la gastronomía de nuestra tierra es un patrimonio tan digno y tan rico, en todos los sentidos, que cuidar y difundir… pronto serás tú el que puedas ofrecer tus experiencias de los lugares que estás conociendo.
-No, no lo creo.
-¿Por qué no? Ya hemos discutido varias veces sobre ello y tienes que saber que gente como tú, hace que aquello en lo que cree sea importante y valorado por los demás… en este caso tu tierra.
-Pero si ni siquiera sabía que una de las calles de mi pueblo llegaba a Roma…
-No te atormentes por ello… nunca es tarde para el saber, y tú, eres muy joven.
-Gracias.
-A ti, por ser así. Dejemos ya ese asunto, creo que ha quedado resuelto para siempre, ¿verdad?
-Bueno…
-Realmente, lo que importa es tu actitud, tus ansias y ganas de aprender… no si conoces las cosas antes o después. Y una vez que sepas lo que tienes, sientas la necesidad de cuidar aquello que consideras tuyo. Como siempre has hecho.
-Lo intento.
-No hay mejor conservación del patrimonio, que la que tú haces. Te lo he repetido mil veces, y no dejaré de hacerlo hasta que lo tengas bien grabado en tu mente.
-Gracias de nuevo. Pero, no me ha quedado claro algo, ¿el atún es patrimonio?
-¿Tú qué crees?
-Pues cómo siempre que me haces esa pregunta… sí.
-Bien sabes que el atún es una especie de pescado, pero su captura es un arte.
-¿Un arte?
-Es complicada tal definición, pero si tenemos en cuenta, "arte" como disposición o habilidad para hacer algo, la almadraba lo es…
-Perdona, pero no entiendo eso muy bien. No puedo comparar la construcción de una calzada romana, de una fortaleza, o de una iglesia, con la pesca…
-Vamos a ver… ¡Claro que no! No se trata en comparar, en absoluto… son distintas manifestaciones humanas, que tienen una u otra función. Muchas personas estarán en desacuerdo y puede que no compartan dicha teoría para aplicarla a la labor del mar. Simplemente te lo he puesto de manifiesto para que te des cuenta por ti mismo de la importancia que tiene algo que, a primera vista parece irrelevante como es el “comer atún”, y todas las fases que tiene que pasar para llegar hasta la mesa…
-Pero, ¿tanto supone?
-Observa…, la almadraba es un tradicional sistema de pesca y a través de él se ha escrito la historia de muchos pueblos…
-¿De Barbate?
-Por supuesto, y de más… pero concretamente Barbate está relacionado con el atún rojo del Mediterráneo, y con la historia de las almadrabas, llegando a nuestros días. Los romanos las explotaban, pero antes que ellos, en nuestras costas, ya sean de Barbate, Zahara, hacía donde nos dirigimos, o Tarifa, los fenicios pescaban atún. Y a pesar del paso de los siglos, perdura hoy prácticamente igual que en sus inicios.
-Siempre se repite la misma historia…
-¿Cómo? No te entiendo…
-Pueblos, gentes, culturas… nos lo enseñaron todo.
-Pusieron los cimientos de lo que hoy somos, sí. Fíjate, ¿conoces Baelo Claudia?
-No, pero por su nombre parece algún pueblo romano…
-Podríamos decir que sí.
-¿Está cerca de Roma?
-Cerca, cerca, no… está más cerca de ti que de Roma.
-¿Alguna relación con Medina? ¿Con su calzada?
-Cada día me sorprendes más. Te dejó muy marcado esa calzada…
-Mucho. Nunca imaginé que estuviera a un paso de la ciudad de los emperadores.
-Tanto como a un paso, no… pero sí unidos a través de sus caminos, colocando “piedra sobre piedra”… Baelo nace a finales del siglo II a. C. pero parece que ya había un asentamiento fenicio-púnico llamado Bailo o Baelokun que mantenía relaciones comerciales con el norte de África. Incluso es posible que tuviera funciones administrativas… pero fue sin duda la pesca, la salazón y el garum las principales fuentes de riqueza de esta ciudad. Se convirtió en un centro de tanta importancia que el mismo emperador Claudio le concedió el rango de municipium romano.
-¿Quién fue Claudio?
-Un emperador de la familia Julio-Claudia y el primero en nacer fuera de la península itálica.
-¿Dónde?
-En la Galia.
-¿Francia?
-No exactamente. La Galia ocupaba algunas zonas más de la antigua Europa Occidental. Sin embargo, hoy por hoy se sigue llamando galos a los franceses. Pero no nos perdamos, me preguntabas sobre Baelo y su relación con Medina…
-Sí, sí.
-Fue Baelo amurallada en época de Augusto, pero dichas murallas se repararon poco después.
-¿Por las constantes guerras de los romanos?
-Parece que no, en dicha época había ‘pax’ y tenían un fin más que defensivo, de limitación del espacio sagrado de la ciudad, el ‘pomoerium’. Se adaptaban a la topografía del terreno y llegó a tener una gran importancia debido a qué hoy se sabe que tuvo un gran número de torres y puertas monumentales. Entre ellas estaba la Puerta de Assido Caesarina, desde la cual partía el camino que conducía a tu localidad…
-La Janda era romana…
-Bueno, tengo que decirte que Baelo Claudia, o Bolonia como se conoce actualmente, era una de las numerosas ciudades de la Hispania Romana, con modesta población en comparación con las grandes ciudades de la Bética como Corduba, Hispalis, Gades, o la vecina Assido… Tampoco tenía la antigüedad de las prestigiosas y fenicias, Gades o Malaca, o tartésicas, Hispalis, Hasta Regia, u Onuba. Incluso nunca le fue otorgado el título de colonia romana, como sí tenía la Iulia Traducta, actualmente Algeciras.
-Entonces, ¿no era importante?
-¡Claro que lo era! Estaba sometida al tributo de Roma, sí, pero logró poco a poco un lugar honorable como ciudad de derecho latino y en época de Claudio, como ya te dije, municipio, relacionada probablemente con su prosperidad económica debido a la pesca y al comercio del pescado en salazón y del garum. Tras el esplendor viene la decadencia… y fue a partir del siglo II, cuando una serie de hechos hizo que esta ciudad fuera perdiendo su poder: un gran maremoto, la crisis del siglo III e incursiones bárbaras, que hicieron que Baelo fuera apagándose poco a poco y abandonada definitivamente en el siglo VII.
-Pero sigue con nosotros…
-Eso es cierto. Su esencia y la grandeza de lo que fue, ha permanecido a lo largo de los siglos. Al igual que la pesca del atún…
-¡Es verdad! La almadraba…
-Sí, y aunque parece que los primeros pobladores de la costa barbateña ya conocían y aprovechaban la riqueza de su litoral, fueron los fenicios los primeros que explotaron estos recursos de una forma sistemática. Fue Barbate un exportador conocido en todo el mediterráneo, y ya en el siglo V a. C., en Atenas, el garum se preciaba como el más rico manjar. Y en época romana, Baessipo se convierte en punto estratégico por ser enclave pesquero y experto en la industria de salazón heredado de sus antecesores.
-¿Y en qué consistía el garum?
-Era un producto de lujo y concretamente en Baelo esta salsa se realizaba con restos de los atunes. Se exportaba a la gran Roma a través de ánforas y era muy utilizada en la cocina del momento.
-Creo que tengo hambre…
-Normal, después de nombrar tan riquísimas viandas… pero tú querías ver fortalezas, ¿no es así?
-¡Sí!
-Y querías conocer la de Zahara.
-Sí. Me gustó mucho ese nombre.
-Pues para que veas la trascendencia de este arte pesquero con el que comenzamos nuestro camino a la pedanía barbateña, acabamos de llegar al Castillo Real de la Almadraba, construido por petición del Duque de Medinaceli con una finalidad específica, proteger el material capturado de los constantes ataques piratas.
-¿Piratas?
-Sí.
-¿Cómo en las películas?
-Puede ser…