Se iniciaba el siglo pasado en Jaén con poco más de 26.000 habitantes, desde entonces la tendencia de población siempre fue creciente, alcanzándose el máximo histórico en el año 2010 con 116.790, la población se multiplicó por cinco en 100 años. Desde 2010 la curva se invirtió y no hizo más que descender. Los analistas prevén que al menos en el horizonte a 15 años vista, continuaremos perdiendo población.
La planificación urbanística fue una herramienta del siglo XX para satisfacer ordenadamente las necesidades de suelo que el aumento de población demandaba, así en los primeros Planes se regulaba el suelo residencial, posteriormente se fueron incluyendo suelo industrial, dotacional, zonas verdes, servicios generales… Terminado por configurar lo que hoy llamamos un Plan General de Ordenación Urbana –PGOU- que es un documento, de carácter normativo, y ámbito municipal, que recoge un proyecto de ciudad.
En los últimos años se está produciendo un cambio importante en la planificación urbanística. Del crecimiento como base fundamental, se ha pasado a la consideración del desarrollo sostenible como principio inspirador del urbanismo. La mejora y protección del medio ambiente, la eficiencia energética, la utilización racional de los recursos, la protección del patrimonio cultural, la calidad y racionalidad de la oferta dotacional y el fomento de la vivienda social se constituyen en objetivos imprescindibles del nuevo urbanismo. Como veis eso a Jaén no llegó.
Si atendemos lo acontecido hasta ahora podemos errar y asociar Planificación urbanística con crecimiento de la ciudad y no debe ser así. La Planificación es poner orden en el futuro de la ciudad y si ahora nos toca decrecer, pues el PGOU debería ser un Plan para el Decrecimiento. Es adaptar el urbanismo a la realidad demográfica.
Adaptar nuestra ciudad al decrecimiento, es potenciar la rehabilitación de las viviendas y sus barrios por encima de las nuevas construcciones, es regenerar y corregir los elementos dotacionales existentes en el casco urbano consolidado, como zonas verdes, educativas, deportivo, ocio, de forma que con ello se contribuya a consolidar la población. Es atender a los sectores turísticos, sanitarios, comerciales y planificar la movilidad que ello lleva consigo. La calidad de vida y la felicidad de los vecinos no tiene porqué ir ligada a la expansión de la ciudad.
El próximo domingo toca votar y debemos de hacerlo todos y todas, nos jugamos mucho. Aquí no votamos a Cataluña, ni los toros. Un recordatorio a los llamados constitucionalistas: los mandatos de la carta Magna con respecto al derecho a una vivienda digna y a impedir la especulación. En las Municipales votamos al equipo que gobernará esta ciudad en los próximos años, su capacidad, compromiso con JAEN y su Modelo de ciudad. Precisamos un cambio, nos jugamos el futuro.
