Francisco Serrano sigue de baja, pero este jueves se encarnó en su compañera de Vox Ángela Mulas, que lanzó en el Parlamento una diatriba contra las políticas de género que habría firmado el juez en excedencia. Mulas proclamó que sí, que existe desigualdad, pero que el perjudicado es el hombre.
Mulas interpeló a la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, sobre políticas en esta materia alertando de que existen “normativas ideológicas que basadas en conceptos falsos como el género vulneran los derechos fundamentales a parte de la población y generan grupos de ciudadanos privilegiados”. A su entender, los hombres estarían en el primer grupo y las mujeres en el segundo.
Los mayores ataques fueron contra la Ley de Violencia de Género, que la izquierda usa como palanca para “dañar a nuestra sociedad con políticas de género y liberticidas”. Atacó también al “feminismo radical” que presiona a los jueces, repitió que “gran parte de las denuncias de violencia de género no tienen fundamento ni base real” y lamentó la “imagen distorsionada de la realidad en Andalucía” que se da porque “se silencian casos de violencia a hombres y niños” por parte de mujeres.
Colectivo Lgtbi
Por eso abogó por no financiar a lobbies feministas “victimistas, insaciables y revanchistas” que provocan “luchas de sexos y falsos problemas”. Tampoco se escapó el lobby Lgtbi, al que acusó de buscar el enfrentamiento y la segregación entre homosexuales y heterosexuales, además de reprocharles su “ofensa constante a los símbolos cristianos”, preguntándose qué pasaría si hicieran lo mismo con símbolos musulmanes.
A la consejera le faltó poco para llevarse las manos a la cabeza. Rocío Ruiz acusó a Mulas de usar “cifras falsas” y le recordó que “1.002 mujeres asesinadas no es ninguna distorsión, es una tragedia”. De paso, le garantizó que “no hay subvenciones que se den nominativas o a dedo”.
No fueron las únicas perlas que dejó Vox en el Parlamento, donde por cierto este viernes no acudirá al homenaje a Blas Infante. El parlamentario Eugenio Moltó pidió que se elimine de los libros de texto el lenguaje inclusivo, “trufado de ideología de género”, a lo que el consejero de Educación Javier Imbroda, se limitó a responder que “cumplimos la norma”.