El banderillero Carlos Pérez ?Chicote? resultó cogido en el tercero, sufriendo una cornada de dos trayectorias
Dos orejas permitieron que “El Fandi” saliera a hombros en la última de feria, si bien es verdad que le fueron concedidas por un público festivalero y excesivamente permisivo que con ganas de jarana acudió a la plaza de Jaén y que el palco concedió atendiendo a la premisa de que el primer trofeo es potestad de quien se sienta en el tendido, es decir, el público. Un público que pudo ver cómo saltaban al ruedo animales de pobrísimo juego, tremendamente mansos, que dieron al traste con el epílogo de una feria más que triste en lo taurino. Ponce recibió más de un aviso, especialmente por pasarse de faena en el primero, al que había que cuidar en demasía, por si acababa por los suelos, cosa que ocurriera con el cuarto, que continuamente se desplomaba. Curro Díaz dibujó destellos de su toreo, estando voluntarioso ante un lote que nada permitía y buscaba continuamente rajarse a tablas. Se llevó una oreja de poco peso, pues se puede decir que toreó sin toro. Por su parte una vez más “El Fandi” tuvo de su parte al público, que en Jaén se entrega a él. Espectacular en banderillas, se llevó los dos toros de la tarde, especialmente el último, que tenía movilidad, alegría en la embestida y que repetía muletazo tras otro. Su banderillero Carlos Pérez “Chicote”, resultó herido en el tercero sufriendo “herida por asta de toro en cara externa de muslo derecho con dos trayectos, uno de 8 cm. hacia abajo y otro de 12 cm. hacia delante que desgarra músculo cuádriceps. Pronóstico grave. Es internado en la Clínica Cristo Rey, según parte del ciru