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El cajero municipal Clemente Ruiz ingresa directamente en prisión y la cajera queda en libertad con cargos

El abogado del cajero mantiene que su defendido no se ha llevado solo los 7,8 millones de euros.

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  • Clemente abandonó la Comisaría por la puerta de atrás y tapándose con una mochila antes de partir hacia el Puerto II. -
  • Está acusado de malversación, falsedad en documento público y falsedad en documento mercantil
  • La cajera también queda en la misma situación jurídica que mantiene desde abril
La jueza encargada de la instrucción del caso de la desaparición de los 7,8 millones de euros de la Caja Municipal decretó a primera hora de la tarde del miércoles el ingreso de prisión provisional comunicada y sin fianza de Clemente Ruiz, uno de los funcionarios del área de Economía y Hacienda que desde el pasado mes de abril había sido imputado y que, en un principio, fue puesto en libertad con cargos. La otra imputada, María José Lebrero, queda en libertad con cargos, es decir, en la misma situación en la que estaba desde el pasado mes de abril.

A Clemente además de los dos cargos de malversación de caudales públicos y delito continuado de falsedad documental que le fueron imputados desde el primer momento, se le suma ahora otro por falsedad en documento mercantil. Según fuentes consultadas por INFORMACIÓN, este último cargo podría estar relacionado con prácticas ilegales relacionadas con el negocio inmobiliario que tenía en la calle San Marcos y que, al parecer, podrían consistir en el trasvase de datos privados de ciudadanos del área de Economía y Hacienda hacía su empresa para llevar a cabo ventas o alquileres falsos de viviendas.

Quintana

El abogado defensor del cajero municipal, José Ignacio Quintana , señaló que su representado se había quedado “estupefacto” con la decisión de la jueza, a la vez que indicó que “se ha decretado sin que se haya procedido al levantamiento de sumario y sin que me hayan dado opción de preparar algún tipo de defensa”.
Según el letrado, el pasado martes recibieron una citación del Juzgado por riesgo de fuga y posibilidad de destrucción documental, pero en ningún momento “nos esperábamos que fuera una comparecencia que terminará con su ingreso en prisión”. Además, la vista, en la que estuvieron presentes además de la jueza, los dos imputados y los abogados, un fiscal llegado desde Cádiz y previamente miembros de la Policía Judicial, se prolongó por apenas espacio de diez minutos.

Quintana salió del edificio judicial acompañado por la esposa de Clemente Ruiz, que estaba completamente hundida por los momentos de tensión que había vivido instantes antes y tras enterarse del ingreso en prisión de su marido. El abogado señala que “se supone que cuando la jueza ha tomado esta decisión a instancias del fiscal es porque hay algo, pero habrá que ver que margen de credibilidad pueden tener esos documentos, a los que nosotros no hemos podido tener acceso ya que, como les he señalado antes, no se ha procedido al levantamiento del secreto sumarial”.

Precisamente ese rumor de un posible levantamiento del sumario fue el que corrió como la pólvora durante más de tres horas en el Juzgado, aunque finalmente se quedó precisamente en eso, es decir, en un rumor.

No aparece el dinero

José Ignacio Quintana confirmó que su representado permanecerá en el Puerto II hasta que se celebre el juicio, aunque dejó una cuestión en el aire “se ha tomado esta decisión a pesar de que el dinero sigue sin aparecer. Sigo pensando que este hombre no se ha llevado esos 7,8 millones de euros, sino que han sido otros, pero eso es algo que ya habrá tiempo de probarlo”.

El cajero prefirió taparse la cara ante los medios

Clemente Ruiz prefirió en esta ocasión permanecer en el anonimato y evitar de esta manera que su rostro apareciera en la portada de los medios de comunicación, algo muy diferente a lo que sucedió el pasado mes de abril cuando quedó en libertad con cargos y no tuvo reparo en salir acompañado por María José Lebrero y dando la cara. Tanto el funcionario como los agentes de la Policía Nacional lograron burlar a las cámaras y a los medios escritos a la salida del Juzgado, ya que todo apunta a que lo sacaron por la puerta de atrás de la calle Dolores, andando y aprovechando que en esos momentos su abogado, José Ignacio Quintana, atendía a los medios. Luego, abandonó las dependencias de la Comisaría por la puerta de atrás, con el furgón de la Guardia Civil metido en el interior del patio trasero y tapándose con una mochila.

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