La Consejería de Salud negoció semanas atrás conciertos con la sanidad privada para aliviar las listas de espera de la pública. Ya hay pacientes andaluces que han sido derivados por el SAS para que le sean tratadas sus patologías y enfermedades, según ha podido saber este diario.
El propio presidente andaluz, Juanma Moreno, aseguró que “seguimos la misma fórmula, por ejemplo que el Gobierno de Baleares, donde se derivan a la sanidad privada para que rápidamente se pueda atender a los pacientes”.
Evitar que haya una larga lista de espera y mantener descongestionados los hospitales públicos en caso de que se produzca una segunda ola de coronavirus, prioridades actuales de la Consejería de Salud. Sin embargo, sindicatos, como es el caso de Satse, denuncia que “el SAS ha materializado su idea de recurrir a la sanidad privada para rebajar las listas de espera” cuando “la actividad quirúrgica no se ha incrementado por igual en los distintos hospitales públicos de las provincias andaluzas”. De esta forma, el sindicato considera que es “absolutamente inadmisible que el SAS opte por el desmantelamiento de su servicio de salud cerrando camas, quirófanos, consultas externas y centros de salud, e invirtiendo en la sanidad privada”.
Satse asegura que “está de acuerdo” en que es primordial atender a los miles de pacientes que han visto demorada su asistencia quirúrgica en los últimos meses a consecuencia de la pandemia del Covid-19 pero que la manera de hacerlo es mediante “la sanidad pública, y no recurriendo a la externalización de este servicio a través de clínicas privadas”.
No habrá cartilla Covid
En otro orden de asuntos, el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, ha manifestado este miércoles que el Gobierno autonómico no se plantea implantar una cartilla Covid en Andalucía como hará la Comunidad de Madrid porque no le ven “ninguna utilidad”.
Ha añadido que puede que en Madrid tenga sentido esa cartilla “con el volumen tan alto que tienen de personas que han pasado la enfermedad, que ronda un 30% de seropositividad”, un índice que en Andalucía está en algo más del 3%.