Desde que hace ocho meses una extraña normalidad sustituyese a la -todavía no éramos conscientes de ello- agradable normalidad que estábamos disfrutando hasta entonces, el interés por las criptomonedas ha aumentado de forma sustancial, ¿cómo podemos saberlo? pues porque los precios han subido de forma consistente desde finales del pasado marzo, tanto que en estos momentos bitcoin -la criptomoneda que podemos utilizar como valor de referencia para medir la salud del criptomercado, ya que copa más de la mitad de la capitalización mundial de estos activos- ya vale más de 15.000 euros, de las veces que más se ha acercado durante estos últimos años a los valores marcados a finales de 2017 y principios de 2018. ¿Por qué?
La hipótesis del valor refugio
Bitcoin es oro digital, escaso y valioso. Al igual que el oro tradicional es un valor que ha subido como la espuma durante el confinamiento -aunque el oro ha marcado máximos históricos y bitcoin aún está a unos cuantos miles de euros de sus mejores marcas- precisamente porque los inversores están buscando un valor que actúe a modo de puerto seguro en mitad de la tempestad que azota la economía mundial… o al menos esta es la teoría de los que defienden que bitcoin es un valor refugio, ya que otros expertos ven varios problemas a esta posición, el primero; creen que bitcoin es un valor extremadamente volátil, y por lo tanto arriesgado de utilizar, y un activo arriesgado no puede ser un refugio (tan volátil que para practicar trading online de bitcoin u otras criptomonedas el apalancamiento permitido suele ser mucho menor del que se utiliza en el trading de acciones, Forex o materias primas, ya que de por sí el apalancamiento conlleva riesgos de resultar en pérdidas importantes o posibilidades de ganancias mayores y los efectos de la volatilidad en ellas serán más acusados cuanto más apalancamiento se utilice, tanto si alcanza al trader en el lado correcto como si no, y al ser un activo tan volátil este lado puede cambiar bruscamente). Y segundo, es un activo muy joven, necesita tiempo para que lo consideremos un valor refugio como es el oro, o en nuestro país ha sido tradicionalmente la inversión en vivienda. Pero lo cierto es que vivimos tiempos vertiginosos, ¿por qué no puede convertirse en unos pocos años un activo en valor refugio aunque antes eso llevase décadas o siglos? Que decida cada inversor qué es bitcoin para él y cómo debe ser utilizado.
La hipótesis del fin de la moneda fíat
Bitcoin no puede más que subir porque estamos viviendo los últimos años de la hegemonía estatal en la creación de lo que entendemos por dinero. Bueno, esto es más dudoso que la hipótesis del oro digital, ya que el mercado total de todas las criptomonedas acumula a principios de noviembre de 2020 una masa monetaria de más de cuatrocientos mil millones de dólares, que expresado numéricamente quedaría de la siguiente manera, 400.000.000.000 dólares, y según el Banco Mundial el total de la riqueza global es de cerca de noventa billones de dólares, que expresado numéricamente quedaría así; 90.000.000.000.000 dólares, es decir, el PIB mundial puede absorber sin sufrir una indigestión la suma de lo que valen todas las criptomonedas.
Este mercado no es tan importante como para aspirar a sustituir al dinero… al menos en el corto plazo. Lo que sí podemos decir sin mentir es que algunas criptomonedas ya funcionan como dinero para agilizar y abaratar las transacciones económicas transnacionales, y que ya han demostrado su utilidad, no son una mera curiosidad para informáticos muy metidos en el tema.
Negociar con criptomonedas desde Andalucía… sin salir de casa
Y si por la razón que sea ha crecido tanto el interés por las criptomonedas en general y por bitcoin en particular es normal que aparezcan negocios centrados en facilitar a cualquiera la posibilidad de operar con ellas, comprándolas mediante una Exchange de la multitud de ellas que operan en nuestro país y asumiendo su salvaguarda el comprador mediante sus propios medios o confiándosela a la propia casa de intercambio, o bien como decíamos más arriba utilizando sólo los movimientos de sus precios con el trading online, de esta forma nunca se correrá el riesgo de perderlas o de ser víctima de un robo, aunque se corre con el riesgo del apalancamiento.
Tanto operando con una Exchange como con un bróker de trading, el cien por cien de la operativa podrá realizarse online, algo de agradecer cuando nuevas restricciones de movilidad parecen a la vuelta de la esquina.