Mejor le iría a España si Madrid se hubiera convertido desde la elaboración de la Constitución en Distrito Federal. Es una figura que existe en muchos estados federales Cuando empezó a formarse el estado autonómico español, Madrid, que tiene frontera interna con las comunidades que luego quedaron como Castilla - León y Castilla - La Mancha, era de una potencia demográfica tan fuerte que ninguna de ambas quisieron la incorporación de Madrid a su demarcación política y territorial, porque distorsionaba las magnitudes de ambas autonomías.
Un distrito federal que dispondría de todas las instituciones del Estado, de las sedes de todos los poderes estatales -judicial, ejecutivo, legislativo y consultivos- la sede de prácticamente todas las grandes empresas y entidades financieras, las instituciones de los ejércitos y las de carácter económico y científico, de las altas instituciones culturales del país y de sus museos, teatros, orquestas de carácter nacional no es equiparable al resto de las comunidades autónomas.
Como Madrid se constituyó en una de las diecisiete comunidades autónomas todo el peso de lo relatado ha comportado que económica y políticamente Madrid no sea una comunidad más. Se advierte en las visitas y actos de Estado. Madrid se ha ido beneficiando también de ser el centro de las autopistas, ferrocarriles, aeropuertos y todas las actividades de información y comunicación, que han conducido a un aumento del PIB muy elevado de Madrid con respecto al conjunto español. Que los actuales dirigentes de Madrid se quieran atribuir el mérito exclusivo de su ascenso es un sarcasmo.
La enésima polémica que ha estallado es la misma tantas veces denunciada por otras comunidades autónomas de todos los colores políticos por la competencia desleal impositiva de la Comunidad de Madrid al resto de las autonomías.
Un experto lo relata gráficamente: “Si soy consejero, lo que quiero es gastar, porque me da votos; no quiero subir los impuestos, porque eso me los quita, quiero que el gobierno central me de los recursos”. Este panorama se ha visto perfectamente retratado en las sucesivas bajadas de impuestos de Madrid y las reiteradas peticiones al Estado de más recursos, que hacen falta en otras comunidades.
Se hizo el Estado de la Autonomías para descentralizar políticamente un Estado centralista. Se han creado muchas instituciones autonómicas pero el problema de fondo de la concentración de riqueza ha quedado en la carpeta que pone: Pendiente.