Heineken, la compañía cervecera holandesa propietaria de Cruzcampo, acaba de anunciar un
drástico plan de despidos y ahorros que impactará directamente en las plantillas que trabajan en España y Andalucía.
Heineken ha planteado 8.000 despidos en todo el mundo, casi un 10% de su plantilla, con lo que ahorrará 350 millones de euros en gastos de personal.
En España, la compañía emplea a 1.590 personas, así que las extinciones rondarían las 150 si se calculan las salidas según el porcentaje anteriormente citado.
En este sentido, Heineken quiso aclarar que
"el alcance podrá variar en cada región".
Además, la compañía comunicó a este medio que "no se puede facilitar ninguna cifra sencillamente porque es objeto de negociación en estos momentos y no será pública hasta que este proceso no termine".
Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los trabajadores que Heineken tiene en España son a través de Cruzcampo.
Sólo en su planta de Sevilla, centro neurálgico de la cervecera en España, Cruzcampo emplea a 300 personas, cuyos futuros están ahora en riesgo.
Buena publicidad, mala gestión
Este anuncio ha supuesto un gran jarro de agua fría para los trabajadores tras la intensa campaña de publicidad realizada en las últimas semanas, en la que Cruzcampo usaba la
querida imagen de la jerezana Lola Flores gracias a la técnica conocida como
deepfake.
El éxito de esta campaña hacía confiar a muchos trabajadores de que los planes de despido se aparcaran durante un tiempo. Tantas muestras de alegrías de puertas para afuera no eran coherentes con la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo, que en estos momentos significaría una tragedia para decenas de familias andaluzas.
Pero, finalmente, han pesado más los
204 millones en pérdidas que la compañía ha presentado hoy para el ejercicio de 2020.
Estas cifras contrastan con los 2.166 millones de euros de beneficio neto de 2019.
Conflicto laboral
Los trabajadores andaluces de Cruzcampo ya protagonizaron una huelga, con un 90% de participación, el pasado octubre en protesta por el nulo diálogo que existente desde la central con los representantes de los empleados.
Los afectados denunciaban que la
compañía ignoraba sistemáticamente a los trabajadores y tomaba medidas sin la necesaria previa negociación.
Así acusaban a Cruzcampo de "despedir de forma unilateral, y por diferentes motivos (objetivos, individuales, bajo rendimiento y disciplinarios) a una decena de personas".
Heineken ya anunció hace unos meses un plan para ahorrar 2.000 millones de euros hasta 2023, basado en lograr una organización más eficiente en el presente año.
Los ingresos netos de Heineken ascendieron a
19.724 millones de euros en el presente año, un 17,4% menos que 2019.