El terrorismo machista: un problema de todos

No es un problema exclusivo de una pareja, ni siquiera de las mujeres en general, sino de toda una sociedad que no debe callar ante una de las mayores lacras. La violencia machista tiene que ser repudiada, perseguida y denunciada por todos, sin excepción. Junto a los recursos de apoyo a las víctimas (que deben existir, sin lugar a dudas), hay que hacer un esfuerzo de concienciación social para que la vecina, el familiar o el amigo sean aliados de las mujeres y trabajen para arrinconar, de una vez por todas, a los que creen ser superiores o dominadores.

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Ayer se conmemoraba el Día Internacional contra esta ‘llaga social’ y se recordaban los escalofriantes datos: 49 mujeres asesinadas en lo que va de año en España, de las que el 20 por ciento tenía menos de 30 años. Estas frías cifras sólo demuestran que, desgraciadamente, vivimos en una sociedad asquerosamente machista.

Al igual que hace la escritora Maruja Torres con los hombres, yo hoy voy a hacer un homenaje a las mujeres que han marcado mi vida: la que me trajo a este mundo y que no ha parado de darme lecciones de vida con su ejemplo; la que me ha acompañado durante los últimos años queriéndome y apoyándome sin fisuras; la que nos ha demostrado a todos que es capaz de superar lo que se proponga con esfuerzo y trabajo; la que ha compartido sus experiencias en este largo caminar. Ellas y todas se merecen el mayor de los respetos. Está en nuestra mano que se consiga.