La presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet, ha recordado este jueves la posibilidad de que los diputados no adscritos pierdan el uso del espacio que le cedió la Cámara para ejercer sus funciones si persisten en mantener las banderas de Falange y arco iris del movimiento Lgtbi, que en la noche de este miércoles retiraron los servicios del Parlamento.
En una entrevista con Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, Bosquet ha explicado que "igual que la Mesa del Parlamento acordó la cesión de ese espacio, puede retirar el uso de ese espacio", de manera que podrían ser reubicados en otros como "la biblioteca o el archivo".
La Mesa del Parlamento dirigió una comunicación el 18 de febrero a los 10 diputados no adscritos, la de ex de Vox Luz Belinda Rodríguez y los 9 expulsados de Adelante Andalucía, para que devolvieran a su estado original ese espacio al argumentar que las dependencias que ocupaban se trata de un espacio común, no equiparable con los despachos asignados a los grupos parlamentarios, que sí propicia el uso privativo.
El plazo para la retirada de los símbolos expiraba este miércoles y en caso de no hacerlo la Mesa del Parlamento avisaba a los 10 diputados no adscritos de que lo haría la propia Cámara, así como que "la indebida utilización de los espacios, sin adecuarse a lo que se expone en el presente escrito, puede ser causa de la revocación de la autorización al efecto", proseguía advirtiendo la comunicación de la Mesa del Parlamento.
Bosquet ha explicado que "anoche los servicios de la Cámara" procedieron a esa retirada una vez que concluyó la sesión plenaria del miércoles y tras alegar que se les dio "la oportunidad de retirar" las banderas de Falange, la arcoiris del colectivo Lgtbi y el abanico del Secretariado Gitano.
Bosquet ha apelado a que se trataba de "devolver el mobiliario del Parlamento en el estado en que estaba", por lo que ha esgrimido como motivación de retirar los símbolos que se ubican en "espacios comunes, asimilables a la biblioteca, el archivo y a nadie se le ocurriría poner un símbolo que no tenga la autorización de la Mesa del Parlamento".
La presidenta del Parlamento ha esgrimido que los diputados adscritos "no pertenecen a grupos con representación parlamentaria, no se pueden considerar que sean grupos políticos", lo que se traduce en el hecho de que éstos si disfruten de "espacios íntimos", como establece el Reglamento del Parlamento, que obliga a la institución a facilitar medios materiales para el ejercicio de sus tareas.
Bosquet ha reclamado "sentido común" a los diputados no adscritos tras el anuncio de los parlamentarios expulsados de Adelante Andalucía de que repondrán las banderas y símbolos y ha instado a "respetar normas que son iguales para todos".
"PROBLEMAS MÁS GORDOS QUE UNA BANDERA"
La presidenta del Parlamento de Andalucía ha apelado a estos diputados a ser conscientes de su condición de "máximos representantes públicos" y por ello "deben aprender a convivir", por lo que ha lamentado "la especie de circo que se está creando" y ha exigido ser conscientes de que "los andaluces tienen una infinidad de problemas más gordos que una bandera".
Bosquet ha insistido en que los parlamentarios no adscritos "no pertenecen a ninguna formación con representación parlamentaria" tras esgrimir que no se pueden equiparar con "las cinco formaciones que tienen representación en el Parlamento", en alusión a PSOE, PP, Cs, Vox y Adelante Andalucía.
Consecuentemente, Bosquet ha argumentado que los derechos de los parlamentarios no adscritos son los mismos de "cualquier diputado individual".