Desde que el ministro Ábalos visitara a la ex presidenta Susana Díaz hace unas semanas para conocer las intenciones de ésta de cara al futuro y una vez celebradas las elecciones en Cataluña, el PSOE de Pedro Sánchez ha tomado la decisión de acelerar el proceso de renovación para Andalucía porque, según parece, la intención clara es que no continúe Susana Díaz al frente. Para ello tanto Ábalos como Santos Cerdán, encargados por Sánchez, están manteniendo una ronda de contactos permanente con alcaldes y dirigentes socialistas, a unos los están llamando a Madrid para mantener reuniones presenciales mientras que a otros les llaman por teléfono.
La idea de Ferraz es que desde las bases se clame la renovación y que eso se ponga sobre la mesa en una reunión que podría convocarse próximamente donde los secretarios generales de cada provincia expusieran la situación, dado el proceso de desgaste en el que ha entrado el PSOE-A y la consolidación que, según entienden fruto de ello, está logrando el gobierno de PP y Ciudadanos.
Como ejemplo valga la ronda de visitas que hicieron esta misma semana los alcaldes gaditanos de San Roque, Juan Carlos Ruix Boix, Alcalá, Javier Pizarro, Sanlúcar, Víctor Mora, y Rota, Javier Ruiz Arana, a quienes tanto Cerdán como Ábalos preguntaron sobre su posición dentro del partido y su visión de cara al futuro. No acudió a la cita la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, con quien el ministro mantiene una fluida comunicación directa, ni tampoco la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, cuya relación cercana a Fernando López Gil y, por tanto, a Susana Díaz parece que de momento la hace que la mantengan al margen en esta ronda de contactos.
Otros alcaldes de otras provincias están pasando por Madrid en lo que es una escalada clara de cara a provocar la renovación y, según se desprende, el cese de la actual delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, está en todos los mentideros socialistas y podría ser el momento definitivo para provocar el cambio y terminar de convencer a Susana Díaz para que cese en sus intenciones de continuar y presentarse a unas primarias para las cuales a día de hoy no parece que reúna los delegados suficientes que le garanticen la victoria.
Porque Ferraz prefiere una renovación pacífica y pactada como se ha hecho en Cataluña y que tan buen resultado les ha dado y, desde ahí, aupar al nuevo secretario general y candidato a la Junta. Para hacer público su nombre aún queda, aunque el mejor posicionado a día de hoy es el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que quiere, y ya anunció a principios de legislatura su intención de no repetir en las municipales, y que representa un corte moderado que le puede dar voto de centro y posibles acuerdos de gobierno con Juan Marín en Ciudadanos.
La otra alternativa es la ministra María Jesús Montero, con más recorrido público por su notoriedad gubernamental pero con otras aristas, entre las que destaca el hecho de que no quiere. La decisión, en todo caso, la tomará el propio Pedro Sánchez.
Mientras, Susana Díaz acude tanto a medios de comunicación haciéndose visible porque sabe de los movimientos de Ferraz e intenta que la militancia le de votos y delegados suficientes para continuar con este pulso por su continuidad, si bien las peticiones de renovación cada día son más claras y mucho más desde que se están haciendo públicas las intenciones de Ferraz en este mismo sentido.