Una de las respuestas en el campo de la automoción a la necesidad de encontrar combustibles alternativos es la aparición en nuestros mercados de los biocarburantes; productos de origen natural, derivados de alchololes o grasas naturales o vegetales, capaces de hacer funcionar un motor convencional de explosión o combustión.
Aunque su aparición ha estado rodeada de polémica, principalmente porque los recursos naturales que se derivan a este uso en ocasiones son apartados del mercado alimenticio, con lo que contribuye a elevar los precios de los mismos, hasta el punto de hacerlos prohibitivos para amplios sectores de población, especialmente en el segundo y tercer mundo, estos combustibles van poco a poco haciéndose un hueco en el competitivo mundo de los carburantes. De hecho, un 3,02 por ciento del total de carburantes de locomoción consumidos en Andalucía durante el primer semestre del año fueron biocarburantes (un 1,8 por ciento de bioetanol y un de 3,33 por ciento biodiesel), según los datos facilitados hoy por la Agencia Andaluza de la Energía.
Huelva fue la provincia andaluza donde más consumo de biocombustibles se produjo -la incorporación de biodiesel en el gasóleo empleado para repostar en las gasolineras onubenses fue del 4,8 por ciento-, mientras que en el resto de la región los andaluces repostaron gasolina con un contenido medio de etanol del 2,9 por ciento y gasóleo con una proporción del 3,5 por ciento de biodiesel.
Los biocarburantes se encuentran etiquetados como E5, E10, E85, B20, B30, B100, las cuales se refieren al porcentaje y al tipo del biocombustible que está presente en las mezclas con diésel o gasolina.
La primera letra identifica el tipo de biocombustible -B indica que es biodiésel y E que es etanol, y el número señala el porcentaje de estas sustancias en la mezcla con diésel y gasolina, respectivamente.
Según ha apuntado la Agencia Andaluza de la Energía, cualquier motor diesel puede funcionar con mezclas por debajo del 20 por ciento de biodiesel sin necesidad de realizar modificaciones y manteniendo la garantía de los fabricantes de automóviles, mientras que para vehículos de gasolina el uso de etanol en mezcla directa con la gasolina puede llegar hasta el 10 por ciento del volumen.
Actualmente, el consumo de biocarburantes en la comunidad se ve limitado tanto por el desconocimiento de los usuarios como por el hecho de que sólo lo proveen gasolineras independientes no abanderadas por los operadores más conocidos, ha recalcado este organismo.
La Agencia Andaluza de la Energía ha destacado que “medioambientalmente hablando” los biocarburantes son “la única opción a corto y medio plazo con la que contamos para sustituir los combustibles fósiles en el sector transporte y para reducir las emisiones contaminantes que éstos provocan a la atmósfera”.
Andalucía se convertirá a final de este año en la primera comunidad autónoma en España en capacidad de producción de biodiésel, al alcanzar una producción de 946.800 toneladas equivalentes de petróleo (tep) anuales.
Según la información facilitada por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, la región andaluza adelantaría así a Valencia, que actualmente produce unos 616.500 tep, y Galicia, con 509.895 tep. En este marco, la Comunidad cuenta en la actualidad con un total de 18 plantas de producción de biodiésel en diferentes fases de construcción y desarrollo. De ellas, seis plantas están en funcionamiento, de las que dos están en Almería, una en Huelva, una en Jaén y dos en Sevilla, que producen 406.800 tep/año. Además, existe otro proyecto ya finalizado en la localidad jienense de Andújar, que se encuentra pendiente de su puesta en marcha y que tendrá una capacidad de producción de 180.000 tep.